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Los templarios en España.


Los templarios vinieron tarde á España, y su importancia pudo ser muy grande, pues que las guerras con los infieles ofrecian aquí un vasto campo á su actividad, una vez perdida la Palestina.

D. Alfonso el Batallador, monarca muy valeroso, calumniado de impío por sus enemigos, dejó su reino de Aragon á las Ordenes militares de Palestina, en un testamento altamente impolítico, por muy piadoso que fuese. Acudieron las Ordenes militares á reclamar su derecho, y por respetar la voluntad del Monarca en alguna parte, se les dieron territorios donde fundar. De Aragon pasaron á Castilla las Ordenes militares de templarios, hospitalarios de San Juan y canónigos del Santo Sepulcro. Estos últimos en España no llegaron á tener carácter militar: sus casas eran de canónigos regulares de San Agustin.

Por lo que hace á los caballeros del Hospital y del Temple, no los vemos en España desplegar el brío que en Palestina, ni áun emular á los caballeros de Santiago y Calatrava. El origen de la Orden de Calatrava lo acredita asi. La historia sorprende á los templarios españoles en un acto de debilidad. Habiéndoles confiado la defensa de Calatrava, adelantada en frontera, acudieron al rey D. Alonso VII manifestándole que no podian sostenerla. De la cobardía de los templarios surgió la noble y valerosa Orden de Calatrava. Lo que hicieron el abad San Raimundo de Fitero y el viejo Velazquez, soldado convertido en monje, y súbdito de aquél,¿no pudieran haberlo hecho los templarios, que tenían á retaguardia castillos y encomiendas? Poco tuvo que agradecer á éstos la independencia de España. En Castilla se los vé á retaguardia en Leon, Galicia y Castilla la Vieja. Dos veces es acuchillada y aniquilada la Orden de Calatrava sobre el campo de batalla, con gran gloría suya, y se la encuentra siempre en vanguardia. Del Temple no se cuentan ni grandes derrotas ni grandes victorias.

En Aragon se los vé encastillados en Monzon y en la serranía de Cantavieja, pero tampoco se cuenta de ellos ninguna proeza. Llegan tarde los sanjuanistas á la conquista de Mallorca , pero al fin llegan: mas nada se dice de los