Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/182

Esta página no ha sido corregida

de ellas á casa de una hermosa andaluza, llamada Pepa la Malagueña, debía ejecutarse su muerte (1) en la habitacion de aquella mujer, donde era fácil penetrar, para que quedase infamada la memoria del que tiranizaba la patria, al ver el pueblo el sitio donde habia espirado. Otros pensaban que el grito de libertad debia resonar de día y á la luz del sol (2), aprovechando la ocasion en que Fernando se apeaba del coche todas las tardes fuera de la puerta de Alcalá, y se retiraba sólo con algunos guardias; pues colocados los conjurados de trecho en trecho, darían la señal de la explosion, asesinando al Rey y a los que lo acompañaban, sin que éstos pudieran presentar gran resistencia. Prevaleció la opinión de los segundos; y ya se acercaba el día señalado, y cada cual tenía destinado el punto que habla de ocupar, cuando la estrella protectora del Monarca desvaneció la tormenta con sus benéficos rayos.

»Los dos iniciados del eslabon de Richard eran dos sargentos de marina, que desde el principio habían desplegado el mayor celo, y á los cuales habia confiado el comisario un puesto peligroso para el momento terrible. Aterrados con la magnitud de la empresa, (o seducidos con la brillante perspectiva que les proporcionaria el servicio que prestaban al Rey descubriendo la conjuracion, corrieron a delatar a Richard y á los demás compañeros que conocian. Sabida en Palacio la nueva de tan importante descubrimiento, los iniciados avisaron á sus cómplices, y, circulando el aviso eléctricamente por la cadena, no tardó en llegar á oidos del comisario de guerra. Como el nombre de los delatores era todavía un misterio, voló Richard en busca de los sargentos para que se salvasen; y asiéndole éstos, y poniéndole una pistola al pecho, condujéronle á la cárcel a disposicion de las autoridades. Richard pereció en la horca, sin abrir los labios, no obstante el tormento que le aplicaron; sin que sus enemigos pudiesen arrancarlo una palabra, y colocaron su

________________

(1) ¿Cómo se aviene esto con lo de las supuestas amenazas?

Sensible es tener que copiar este párrafo con tan feas como ciertas noticias: mas por desgracia la conducta del Rey era tan escandalosa y contraria á los preceptos del Cristianismo, al cual ofendia con su habitual lascivia.

Digan lo que quieran los encubridores y los aduladores cortesanos, ni el Rey, ni los ministros, ni los personajes públicos tienen derecho a eso que se llama la vida privada. Cuanto mas elevada es su posicion, mayor escándalo producen en la sociedad con sus deslices, la Sagrada Escritura no oculta los extravios secretos de David con Betsabé, y de Herodes con Herodias. Mediten esto los que se crean con derecho á censurarnos por reproducir, can harto dolor y repugnancia, páginas de un libro impreso y muy leido, y sirva de leccion a los Reyes venideros para vivir como Dios manda.

(2) No es cierto: los conjurados prefirieron asesinar á Fernando VII cerca de la venta del Espíritu Santo, porque las salidas nocturnas del Rey no eran tan frecuentes ni tan fijas. Lo del sol de la libertad y la estrella del Rey son figuras retóricas anticuadas, propias de la música masónico-celestial. Y si no ¿que significa esa necedad de la estrella protectora?