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fué acogida con entusiasmo, y se comprende bien. Por la muestra habrán podido ya juzgar los lectores acerca, no solamente de las tendencias y mérito de la pieza, sino también de las ideas que prevalecían en las lógias de los afrancesados y de que el H.'. Andújar era una buena pieza.

Despues de otro golpe de música, el Maestro... B. M. I.'. pidió la palabra desde el Oriente, y regaló al concurso otra plancha de arquitectura, algo más tonta y declamadora, y menos intencionada que la del H.'. Andújar. Entre otras necedades supinas hay la de que «todos los masones somos observadores é instrumentos de la naturaleza, sin querer precipitar sus efectos(1) que la paz de nuestra conciencia (2) está exenta de la nota de trabajar en la ruina y trastorno de los Estados ni de los tronos; nota que agitan y ponderan nuestros émulos...;» y en prueba de que mentían los bellacos picarones que esos testimonios levantaban a la masonería, concluia el Maestro.•. diciendo: «Obedientes y sumisos á un Soberano ilustrado, bajo los auspicios de un Rey sabio y filósofo (¡filósofo el pobre Pepe) caminaremos con pié mas firme, le seremos un muro de acero que le defienda: gracias al mayor capitan y legislador que conocen los fastos de la Historia, al grande Napoleon, que ha tranqueado las puertas del verdadero templo.»...................................................................

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«El taller aplaudió con las baterías de costumbre los sentimientos verdaderamente M.•. de este respetable Maestro:. y á petícion de las diputaciones de las RR.'. LL.'. que se hallaban en el taller, se decidió que esta pieza de arquitectura fuese archivada y publicada en la relacion de los trabajos del dia.»

Se leyeron extractos de los acuerdos de la lógia sacados de su libro de oro, se dió un dote de dos mil reales á Francisco Escribano, de oficio platero, para casarse con María Paredes, soltera y costurera, y luégo el Venerable predicó el tercer sermon, o sea tercera plancha de arquitectura. Habló de la francmasonería como si entonces principiára en España, de modo que no parece sino que antes no era conocida entre nosotros. Propuso que se abriese un concurso para premiar la mejor memoria que se presentára sobre el tema. ¿Cuál será la in fluencia de la Masonería en la felicidad de España? Hubo en seguida una égloga de las de requeson y tomillo, al gusto de la época, en que el pastor Delio le contó al pastor Salicio el susto Mayúsculo que le había dado no-

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(1) Lo mismo hacemos los que no somos masones, cuando comemos, bebemos, dormimos, etc., y no nos tiramos un pistoletazo para precipitar los efectos de la naturaleza.


(2) Aquel maestro era inconsciente de lo que ahora se llama conciencia en la jerga escolastico-germánica.