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cer el Consejo Supremo de Madrid, sino que se entendian con el Lusitano y con el Gran Oriente inglés. Además habia francmasones españoles-afrancesados, que se reunian en la Santa Julia y sus sucursales, pobladas de franceses y afrancesados, con los cuales no se querian entender los otros sino en casos de gran apuro. Por ese motivo hablaremos aqui con distincion de unos y otros, y primero de los afrancesados.

El bueno de Llorente no quiere creer (1) como cierto lo que se dice en la obra Acta Latomorum, de que la primera lógia de franceses y afrancesados se fundase en 1800 en el local mismo de la Inquisicion. La razon que da es que las llaves de aquel local las tenia un dependiente que estaba á sus órdenes, el cual no las hubiera cedido para semejante destino. La razón no convence; así como de que él confunda al conde de Grasse-Tilly con el general Tilly, no se infiere que el conde Grasse dejara de hacer lo que la obra citada y Clavel, mejor informados, dicen que hizo en España.

Llorente añade que todo el mundo sabía en Madrid que la lógia masónica estaba en la calle de las Tres Cruces. Con todo, un escritor contemporáneo, D. Luis Ducós, rector de San Luis de los Franceses, en un folleto que escribió acerca de la francmasonería (2), dice que en la calle de Atocha núm. 11, casi enfrente de San Sebastian, habia una lógia de caballeros Rosa Cruz, cuya descripción hace, apelando al testimonio de vários que lograron verla. «La lógia Rosa Cruz, añade, es una sala bastante grande, toda enlutada, sin ventana alguna, y tan oscura, que nada se ve sino con luz artificial. Hay en el medio una gran mesa cubierta de un tapiz de terciopelo negro, sobre la cual hay un Cristo del tamaño de aquellos que vemos en nuestras iglesias con el letrero INRI: a los pies del Cristo se ve una calavera, y alrededor los instrumentos de la francmasonería, como el compás, escuadra, llana, etc.»

Sábese que hubo tambien lógias de afrancesados en varias capitales de España. De las que tengo más noticias son las de Salamanca, Sevilla, Jaen y otros puntos de Andalucía.

En Sevilla hubo dos lógias del 10 al 12. La una celebraba sus reuniones en el edificio de la Inquisicion; siendo esto tan público, que hubo entre sus afiliados un sujeto muy principal de la poblacion, que fué desde su casa á la iglesia de la Inquisicion con el mandil puesto y otras insignias ma-

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(1) LLORENTE: Histoire de L'Inquisition d'Espagne, tomo IV pág. 145.

(2) Historia cierta de la secta de los francmasones, su origen, etc. Segunda edición, por el presbítero D. Luis D.—Madrid, 1813.


TOMO I.