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no les negaríamos á los priscilianistas el honor de ser los aborígenes de nuestros franemasones modernos.

Las noticias acerca de la secta priscilianista las debemos principalmente á dos escritores franceses coetáneos, San Ireneo y Sulpicio Severo: las de este segundo son muy curiosas por lo que hace á nuestro propósito[1].

Entre los varios iniciados por el gitano Marco, descollaban dos personas notables: un profesor de retórica llamado Helpidio, y una señora noble llamada Agape. Estos dos iniciaron á Prisciliano, que era un caballero de Galicia, ó quizá más bien del reino de Leon, pues la provincia galiciana se extendia entonces mucho más que ahora. A su vez Prisciliano sedujo á otros muchos, y vinculó su nombre á la secta en España. Noble, rico, de elegante y simpática figura, pasaba por hombre de gran virtud y austeridad, fuera que hipócritamente lo fingiese, ó que tuviera verdaderas virtudes antes de su desdichada caída. Pero es lo cierto que, despues de ésta, se hizo obsceno, sensual y glotón. San Ireneo dice expresamente que Marco y Prisciliano vivian sensualmente con las mujeres que habían logrado iniciar[2]. Sulpicio Severo añade que, a pesar de sus apariencias de virtud, era Prisciliano sumamente orgulloso, y que desde su juventud habia sido aficionado al estudio de las ciencias ocultas[3]. En el proceso quo se le formó en Treveris por el prefecto Evodio. hombre íntegro y rígido, á quien los priscilianistas no habían logrado sobornar, como hicieron con Macedonio. Se le probó y convenció de haber propagado doctrinas obscenas y usado de maleficios, que oraba en cueros, y tenia reuniones nocturnas, en que hombres y mujeres bailaban desnudos, y se entregaban luego á todo género de torpezas y liviandades.

Ya San Ireneo habia narrado los estragos que el seductor Marco había hecho en Francia entre las mujeres, á las cuales iniciaba en los misterios egipcios, todas las cuales eran víctimas de sus prestigios, y despues de su sensualidad insaciable. Así habia pagado la hospitalidad que le diera un pobre diácono iluso, cuya mujer, joven y hermosa, al par que honesta y discreta, fué seducida por aquel gitano, aban-


  1. Los que no puedan consultar facilmente las obras de este segundo escritor, podrán ver lo relativo á nuestro asunto en el apéndice 1. al louo 14 de la Espania Sagrada, puos aqui seria impertinente dolenerse demasiado en narrar las vicisitudes del priscitianismo.
  2. San Ireneo, libro contra hæreses, San deránimo, retiriéndore à San Franeo, dice: get per Marcum aliarum primum cirea nodumon, deinde Hispaniarum nolltes fizininas deceperant, miscentes fabelis voluptates.
  3. Quin et magicas artes ad adolescentia e ecerse creation est. Sed ut doctrinam exitiabilen ayuressus est, attus nouiltum plureaque populares acturitat persuadendi et urtehtuneliendi ullirit inaocietatem... Herra novarum rermat "nida... terratione ad un contuebat.