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de las Indias.

señas, que habia por allí algunas islas, donde habia mucho de aquel oro, pero que la gente eran caníbales, y dice aquí el Almirante, que este vocablo caníbales, tenian todos por allí por causa de enemistad, ó quizá porque no querian que fuesen allá los cristianos, sino que se estuviesen allí toda su vida. Vieron los cristianos á un indio un grano de oro tan grande como una manzana. Vinieron otra vez infinitas canoas cargadas de gente, y todos traian oro y collares, y cuentas de infinitas maneras, y atados los pañezuelos á las cabezas que les tienen los cabellos, y bien cortados, y paréceles muy bien; llovió mucho, y por eso cesaban gentes de ir y venir. Vinieron unas mujeres que traian en los brazos sartales de contezuelas, y entre ellas perlas ó aljófar, finísimas, no como las coloradas que se hallaron en las islas de Babueca; rescatáronse aquellas, y dice que las inviaria á Sus Altezas. Nunca supe destas perlas que se hallaron en las islas de Babueca, que son cerca del Puerto de Plata, en esta Española, y estas más son bajos debajo del agua, que no islas, que hacen harto daño á los navíos que por allí pasan, si no están sobre el aviso, y así tienen título Abre el Ojo. Preguntó el Almirante á los indios dónde las hallaban ó pescaban, y mostráronle de las nácaras donde nacen, y respondiéronle, por bien claras señas, que nacian y se cogian hácia el Poniente detras de aquella isla, que era el cabo de la playa de la Punta de Paria y tierra firme, que creia ser isla; y decian verdad, que 25 ó 30 leguas de allí, hácia el Poniente, está la isla de Cubagua, de que luego se dirá, donde las cogian. Envió las barcas á tierra para saber si habia cosa nueva que no hubiesen visto, y hallaron la gente tan tratable, dice el Almirante, que, «aunque los marineros no iban con propósito de salir en tierra, pero vinieron dos personas principales con todo el pueblo y les hicieron salir; llegaron á una casa grande, hecha á dos aguas, y no redonda, como tienda de campo, de la manera que son las de las islas, donde los recibieron muy bien y les hicieron fiesta y les dieron colacion, pan y frutas de muchas maneras, y el beber fué un brevaje