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Historia

nadando, y todos llevaban, dellos papagayos, dellos ovillos de algodon hilado, dellos azagayas, y otros otras cosas, segun que tenian y podian, lo cual todo daban por cualquiera cosa que pudiesen haber de los cristianos, hasta pedazos de escudillas quebradas y cascos de tazas de vidro, y, ansí como lo recibian, saltaban en el agua temiendo que los cristianos de habérselo dado se arrepintiesen; y dice aquí el Almirante, que vió dar diez y seis ovillos de algodon hilado, que pesarian más de un arroba, por tres ceptis de Portogal, que es una blanca de Castilla. Traian en las narices unos pedacitos de oro; preguntóles el Almirante por señas donde habia de aquello, respondian, no con la boca sino con las manos, porque las manos servian aquí de lengua, segun lo que se podia entender, que yendo al Sur ó volviendo la isla por el Sur, que estaba, diz que, allí un Rey que tenia muchos vasos de oro. Entendido por las señas que habia tierra al Sur y al Sudueste y al Norueste, acordó el Almirante ir allá en busca de oro y piedras preciosas, y dice más aquí, que defendiera que los cristianos de su compañía no rescataran el algodon que dicho es, sino que lo mandara tornar para Sus Altezas si lo hobiera en cantidad. Es aquí de considerar, para adelante, que como el Almirante hobiese padecido en la corte tan grandes y tan vehementes contradicciones, y al cabo la Reina, contra opinion y parecer de los de su Consejo y de toda la corte, se determinase á gastar eso poco que gastó, aunque por entónces pareció mucho, como arriba se ha dicho, los cuales tuvo siempre por adversarios muy duros y eficaces despues adelante, abatiendo y anichilando su negocio, no creyendo que estas tierras tenian oro ni otra cosa de provecho, mayormente viendo despues que los Reyes gastaban en los otros viajes mucha suma de dinero y no les venia provecho alguno, persuadian á Sus Altezas que dejasen de proseguir aquesta empresa, porque, segun vian, en ella se habian de destruir é gastar. Por manera, que muchas más angustias y tribulaciones, y más recias impugnaciones, sin comparacion, pasó despues, en la prosecucion del negocio, que ántes