muchas gracias. Anduvieron entre dia y noche obra de 12 leguas no más, porque habia poco viento. Mártes, 9 de Octubre, navegando al Sudueste, porque se le mudaba el viento, anduvo 5 leguas; despues corrió al gueste, cuarta al Norueste, y anduvo 4, despues, con todas, 11 de dia, y á la noche 20 leguas y media y contó á la gente 17; sintieron toda la noche pasar pájaros. Otro dia, miércoles, 10 de Octubre, arreciando el viento y navegando al guessudueste, anduvieron 10 millas por hora, que son 2 leguas y media, y algun rato á 7, y ansí, entre dia y noche, corrieron 59 leguas: puso en la cuenta pública 44. Pues como la gente vido tanto andar, y que las señales de los pajaritos y muchas aves salian vanas todas, porque del bien que sucediese y alegría que en muy breve se les aparejaba, nadie con razon pudiese presumir aplicar á sí, ántes toda la gloria se atribuyese al Señor muy alto y muy bueno que los regia, cuya voluntad, necesariamente de aquel camino se habia de cumplir; tornaron todos á reiterar sus importunas y desconfiadas querellas, y á insistir en sus temerarias peticiones, clamando á la vergonzosa tornada, despidiéndose de todo punto del placer y regocijo, que en espacio de no treinta horas Dios les tenia aparejado. Pero no concediendo á tan vituperable cobardía el ministro que para este negocio allí Dios llevaba, ántes con más renovado ánimo, con mayor libertad de espíritu, con más viva esperanza, con más graciosas y dulces palabras, exhortaciones y ofrecimientos mayores, los esforzó y animó á ir adelante y á la perseverancia, añidiendo tambien que por demás era quejarse, pues su fin dél y de los Reyes habia sido y era, venir á descubrir, por aquella mar occidental, las Indias, y ellos para ello le habian querido acompañar, y que ansí lo entendia proseguir con el ayuda de nuestro Señor, hasta hallarlas, y que tuviesen por cierto estar más cerca dellas de lo que pensaban. Aquí creo yo que puso Dios su mano, para que no hiciesen algun desatino de los que muchas veces habian imaginado. Jueves, 11 dias de Octubre, cuando ya la misericordia divina quiso hacer á todos ciertos de no haber sido en valde su viaje, vieron nuevas, y más que todas las otras
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