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edificaciones les parecían hechas por gigantes y así hablaron de ellas con asombro, al igual que las calzadas y otros recintos de la ciudad. En Teotihuacán había alcanzado máximo esplendor una yuhcatiliztli, <existir de un modo determinado>, que fue auténtica Toltecáyotl, obra de los sabios que allí gobernaron, <los conocedores de las cosas ocultas, los poseedores de la tradición, los fundadores de pueblos y señoríos...>.” (Miguel León Portilla. 1980)

El período clásico y los toltecas representan el momento de mayor esplendor en el México antiguo. Los toltecas a partir de Teotihuacán difunden los conocimientos de la Toltecáyotl a todos los centros de investigación del Anáhuac. Esto se ve confirmado por la influencia teotihuacana en los vestigios arqueológicos de las construcciones, cerámica y frescos del clásico en el universo cultural que conformaban el Anáhuac. Los toltecas expandieron su sabiduría en todo el Cem Anáhuac y dieron a la civilización su mayor punto de apogeo. Estos más de mil años de esplendor no estuvieron basados en hechos de armas, pues existió una paz total. Tampoco fue producto de una dominación económica, pues el uso de cacao como instrumento de cambio y el auge del comercio se dio con los aztecas en el periodo decadente. Se entiende más como un proceso de elevada producción del conocimiento y su expansión a todos los confines de aquel mundo.

“Pero más bien indican que la raíz de todas las religiones [filosofías N. A.] mesoamericanas es la misma, y no que Teotihuacán haya impuesto sus dioses sobre los dioses de las otras naciones. Es, sin embargo, curioso, por ejemplo, que la influencia o la conquista teotihuacana al fin de Monte Albán II, aparezca en esa cultura una proliferación de dioses antes no conocidos y que gran parte corresponden a los dioses teotihuacanos. Lo mismo parece suceder en Guerrero y posiblemente en Veracruz.” [Ignacio Bernal. 1965.][1]
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  1. Ignacio Bernal y García Pimentel (París, Francia, 13 de febrero de 1910 - Ciudad de México, 24 de enero de 1992) fue un antropólogo, investigador, doctor en arqueología y académico mexicano. Hijo de padres mexicanos, Rafael Bernal Bernal y Rafaela García Pimentel quien era hija de Luis García Pimentel y nieta de Joaquín García Icazbalceta. Realizó sus primeros estudios en el Colegio Franco Inglés de la Ciudad de México y en el Loyola College de los jesuitas en Montreal. Estudió Jurisprudencia en la Escuela Libre de Derecho de la Ciudad de México, después de incursionar durante varios años en diferentes negocios, decidió ingresar a la Escuela Nacional de Antropología e Historia en 1946, obtuvo la maestría en Ciencias antropológicas y en 1949 el doctorado en Arqueología en la Universidad Nacional Autónoma de México. Después de haber realizado diversas investigaciones y ejercido diferentes cargos directivos, en 1975 obtuvo la maestría en artes por la Universidad de Cambridge en Inglaterra.

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