aproximadamente 8 mil años, de los cuales, los primeros 7500 fueron construidos exclusivamente con la impronta de la civilización del Anáhuac.
Las raíces y esencia más profundas de nuestro "ser", nos lo ha dado la "cultura madre". Apenas hace cinco siglos, esta inmensa estructura civilizatoria ha sido enriquecida por diversas culturas venidas de Europa, Asia y África, y hoy, como todos los pueblos del mundo, ha sufrido un intenso mestizaje, que la ha hecho más rica, más fuerte y variada, pero nunca ha perdido su raíz y esencia original. El problema es que la colonización nos impide verla, sentirla y dimensionarla en nuestra vida cotidiana. Pero sobre todo, nos impide recurrir a este inconmensurable patrimonio para construir un futuro justo y apropiado como individuos y como país.
Sin embargo, en el " Banco genético de información cultural " de cada persona, existe un tesoro de sabiduría y experiencia humana, que ha sido creado y atesorado por generaciones. Así como cada célula humana tiene la información genética que puede duplicar al individuo que le da vida, de la misma manera, cada persona tiene la información cultural de toda la civilización a la que pertenece. El desafío consiste en activar la "banco genético de información cultural" que existe en cada uno de los mexicanos, para mantener la continuidad en el "propósito social", que por la colonización se ha extraviado momentáneamente en los últimos cinco siglos.
Para las personas, familias y comunidades que "descienden espiritualmente" de la civilización Madre, el futuro se encuentra en la recuperación plena y consciente de su pasado. En tal suerte, el trabajo por recuperar la memoria histórica, el lenguaje, los conocimientos, los espacios y el sentido espiritual y sagrado del mundo y la vida, se convierte en un desafío impostergable e irrenunciable, porque; como personas, familia o comunidad "somos lo que recordamos".
No podemos seguir tercamente renunciando a lo más valioso de nuestra herencia cultural. No debemos darle la espalda y vivir en la orfandad de nuestra cultura Madre. No podemos seguir negando e ignorando la mayor parte de nuestro pasado, en donde está
255