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No podremos comprender a profundidad la historia y la cultura del Anáhuac sin conocer la base filosófica que estructuró esta civilización a lo largo de miles de años y que en los últimos cinco siglos, sólo se ha “encubierto”, pero que sigue representando la esencia verdadera de nuestra identidad de manera inconsciente.

Todas las grandiosas obras materiales e inmateriales de esta civilización, que fueron transformadas por las mentes, almas y manos de nuestros Viejos Abuelos, provienen de una línea de pensamiento muy claro y definido desde sus mismos orígenes. Fue esta “energía creadora” la que sacó a la materia de su estado natural y le dio forma, color y sentimiento. Fueron los hombres y mujeres que aprendieron “a hacer mentir” al barro, los metales, los textiles, la madera, las piedras preciosas, las fibras vegetales y un sin número de materiales sacados de la naturaleza y humanizados al incorporarlos con un alto sentido estético y místico al mundo milenario del Anáhuac. Fue la sabiduría de estos hombres y mujeres que aprendieron de la naturaleza, la bóveda celeste y del Espíritu, a formar “rostros propios y corazones verdaderos” en sus niños y jóvenes.

Todo este vasto e inconmensurable tesoro artístico que está vivo en las llamadas zonas arqueológicas y que satura los museos de México y el mundo, surge inevitablemente de una estructura de pensamiento. Significa que la creación más elevada de la civilización del Anáhuac es el conjunto de conocimientos que explican el mundo, la vida y ubican a la existencia humana con una alta responsabilidad por contribuir con las fuerzas generadoras a la humanización del mundo y su mantenimiento a través de la armonía, el equilibrio y la medida. La filosofía del Anáhuac o Toltecáyotl, es el lenguaje en el que se expresa el Espíritu, cada una de sus maravillosas creaciones representan palabras que sostienen un dialogo eterno entre los seres humanos y lo inconmensurable, lo divino y lo sagrado.

No podemos seguir condenado a la civilización del Anáhuac al desprecio intelectual que ha sido sometida por el eurocentrismo y la colonización. La Toltecáyotl representa el patrimonio más importante y menos reconocido de los antiguos mexicanos. Es desde la Toltecáyotl, la creación más importante de los toltecas, donde debemos de partir         144