Página:Historia Verdadera del Mexico profundo.djvu/123

Esta página ha sido corregida

Una de las grandes preocupaciones y fuente de información de los Viejos Abuelos fue el tiempo. Pocos pueblos en el mundo han contabilizado el tiempo como los antiguos mexicanos. Se ha especulado mucho sobre la capacidad que tenían los sabios del Anáhuac de, no sólo medir con extraordinaria exactitud el tiempo, sino la posibilidad que pudieron tener de prever el futuro. En efecto, algunas de las antiguas profecías que hoy se conocen, se han ido cumpliendo rigurosamente.

El Espacio.

La percepción filosófica del espacio es llevada por los Viejos Abuelos a una exactitud admirable. Existían tres niveles espaciales: el terrestre o humano (Tlatipac) todo lo que está sobre la tierra. El celestial o de las entidades divinas (Ilhuícatl) desde la nubes hasta el infinito y el inframundo o el lugar de los descarnados (Mictlán) lo que está debajo de la tierra.

El espacio terrestre tenía un centro energético que era “el ombligo de la tierra”. En lengua náhuatl el prefijo “co” es más que centro geográfico, es una representación del centro energético. El punto central donde se inician los cuatro rumbos de la existencia. Cada uno apuntará a los cuatro puntos cardinales y fija su punto convergencia en el centro del mundo. Cada uno tendrá su propio color y será representado por un animal u objeto simbólicamente, en una referencia totalmente filosófica. Era el centro el lugar donde habitaba el dios viejo o del fuego, llamado Huehuetéotl-Xiuhtecuhtli y de donde partían los cuatro rumbos del universo, su color era el verde: al Oriente, lugar por donde sale el Sol, identificado por el color rojo y el glifo "caña", regido por Xipe-Tópec; representaba la parte masculina del universo. EL Poniente, de color blanco y con el glifo "casa", regido por Quetzalcóatl; era la región de las mujeres conocida como Cihuatlampa. El Norte, de color negro, cuyo glifo era el "cuchillo de sacrificio", estaba regido por el Tezcatlipoca Negro; era la región del frío y de los muertos. El Sur, el que correspondían el color azul y el glifo "conejo", regido por Tezcatlipoca Azul, lugar del sacrificio conocido como Huitztlampa; era la región relacionada con lo húmedo.         123