Cómo lo saben, quién les enseñó que la educación es la única forma verdadera para superar sus deficiencias y limitaciones. Esta certeza profunda, este “conocimiento silencioso” guardado en la “memoria genética” es el resultado de 30 siglos de que nuestros antepasados vivieron en una sociedad escolarizada.
Transcribimos partes de una entrevista reveladora que le hace un periodista a un tlamatinime y que apreció en el periódico “Uno más Uno”, los días 19 y 20 de marzo de 1979. Sorprende encontrar en las respuestas del entrevistado, la permanencia de los conceptos filosóficos de la educación del México antiguo a finales del siglo XX.
“A unos cuantos kilómetros de Tollantazingo, rebautizada por los españoles como Tulancingo, y traducida del náhuatl como la pequeña Tula, en honor a la gran Tula de los toltecas, el tlamatinime (sabio) Ángel Xochimapictli Texcocano, descendiente directo de la rama femenina de Nezahualpilli, hijo de Nezahualcóyotl, manifestó que los movimientos telúricos que ponen en zozobra a los habitantes de esta parte del planeta, se debe a que "la tierra es un ser completamente vivo y mueve su corazón"... “En un despoblado que, salvo la presencia del sabio, no guarda nada de la antigua grandeza de la cultura indígena que floreció junto con los Atalantes de Tula, el tlamatinime comentó que el sabio y el brujo indígenas son los encargados de mantener viva "la visión del mundo de nuestros antepasados", diferenciando ambas actividades con éstas palabras: "El Teixtlamachtiani" –quién hace a los otros tomar una cara, una personalidad-, tiene la misión de acumular, conservar, transmitir el antiguo conocimiento de nuestros padres para nuestros hijos, mientras el tetezcauiani el brujo, quien pone un espejo delante de los otros, tiene el deber de conservar el secreto eterno de la vida"... “El sabio texcocano lee perfectamente el español, pero prefiere que se lo lean "para conocer la naturaleza de las palabras", y no escribe sus enseñanzas porque "ya un día los que vinieron quemaron nuestros códices, y desde entonces nuestros libros están escritos en la lengua y guardados en la memoria, para que sólo acabando a todos los hombres antiguos se pueda terminar con sus creencias"... “Van quinientos años tratando de destruir los cimientos del pensamiento antiguo. Han quitado piedra sobre piedra, nos han despojado de todas 100