Página:Histórica relación del Reyno de Chile.djvu/93

Esta página ha sido corregida
72
BREVE RELACION

poder hazer otra coſa dexando los llenando los ayres de gritos, y lamentos diſcurriendo por aquellas playas de vna parte a otra, proſiguieron ſu viaje traſpaſſados de afliccion, y pena, de no poderlos ſocorrer ni hazer otra coſa. lances ſon eſtos, y fortunas de el mar, que ſe encuentran en el acada paſſo.

Que ſe ayan hecho eſtos hombres? no ſe ſabe haſta a ora con certidumbre: ſolamente ay noticias muy recebidas de que la tierra adentro de Chile hacia el eſtrecho, ay vna Nacion, que llaman los Ceſſares, a cuyo deſcubrimiento ſalio de Tucuman el Gouernador Don Geronimo Luis de Cabrera, aora veinte y ocho, o veinte y nueue años con vn buen Exercito, que juntò a ſu coſta, como lo apuntamos arriba, diziendo la cauſa de no hauer ſurtido efecto eſta diligencia. Eſtos Ceſſares, ſe viene por muy probable, que ſean originarios de eſtos Eſpañoles, que ſe ſaluaron de eſte naufragio, aſſi lo ſienten algunos, porque pudo ſer, que viendoſe perdidos, ſe entraſſen la tierra a dentro, y emparentando con alguna Nacion de Indios, de los que alli ay, ſe ayan ido multiplicando de manera, que ſe ayan hecho sẽtir delas Naciones mas vezinas, y de eſtas ayan paſſado a otras las noticias, que han corrido ſiempre muy viuas, de que ay en aquel paraje gente Europea a quien llaman Ceſſares.

Y aun añaden, que ſe han oydo campanas, y que tienen formadas ciudades, donde habitan; pero en fin no ſe ſabe coſa de cierto, y con claridad. Vn Cauallero nacido en Chiloe, que ha ſido Maeſſe de Campo en aquella Prouincia, me dio por eſcrito vna relacion de varias noticias que tiene, de que en la tierra adentro, ay muy numeroſos pueblos, y en ellos mucha riqueza de oro, y de hecho han entrado algunas veces a ſu deſcubrimiento, aunque con poca dicha, o por hauer les faltado los mantenimientos, o por otros accidentes, que ſe iran venciendo con el tiempo, quãdo Dios ſea ſeruido. aora, vltimamente tengo cartas, en que me auiſan, que el Padre Geronimo de Montemayor, Apoſtolico Miſſionero de aquel Archipielago de Chiloe, entro la tierra firme adentro con el Capiran Nauarro, que es muy valeroſo, y afamado en aquella tierra, y otros Eſpañoles, y deſcubrieron vnas Naciones, que ſe pienſan ſon eſtos Ceſſares, porque ſon gente muy blanca, y rubia, bien diſpueſta, y ageſtada, y que en ſu diſpoſicion, y gentiles talles mueſtran ſer hombres de gran valor; y que hauian traido conſigo algunos de ellos, para tomar lengua, delo que tanto ſe deſſea ſaber, no eſcribio mas eſte padre por entonces, por que no dio mas lugar el nauio, que eſtaua ya para partir, y como eſte no va mas de vez cada año a eſta Prouincia, ſe remitio al ſiguiente para auiſar por menor lo particular de eſta Nacion, ſu origen, y decendencia; y con eſto hemos apuntado lo que por aora ſe puede dezir de eſta generacion de los Ceſſares, que es probable deciendan de eſta jente, que hemos dicho ſe ſaluo del naufragio de eſta armada referida, ſino es, que ya vengan de alguna otra de Olandeſes, que ayan padecido por a quel paraje la meſma fortuna y el color blanco, y rubio de eſta gente, y hablar vna lengua, que ninguno delos que fueron a eſte deſcubrimiento la podo entender, parece, que hazen probable eſto ſegundo; y puedeſer tambien, que ſea lo vno, y lo otro; que eſta nacion ſea originaria de flamencos, que emparentaron con Indios, y aya otra de eſtos Eſpañoles que hemos dicho. preſto ſe ſabra ſiendo Dios ſeruido la claridad, y verdad de todo, y con eſto me bueluo a proſeguir mi narracion.

La ſegunda armada, que ſe ha perdido, y endo a paſſar el eſtrecho, es la que ſalio de Eſpaña aora veinte y vno, o veinte y dos años a cargo del general Don Yñigo de Ayala, cauallero de gran ſuerte, y valor; el qual hauiendo ido de Chile a Eſpaña, y negociado con ſu Mageſtad el ſocorro de gente, que le dio, paraque la paſſaſſe a aquel Reyno por el eſtrecho da Magallanes, ſin tomar puerto en otra parte; queriendo embocar por el, ſe perdio con toda la gente de manera, que haſta oy no ſe ha ſabido de ninguno delos que con el iban, ſolamente ſe eſcapò la al miranta, que iua a cargo de Franciſco
de