Página:Histórica relación del Reyno de Chile.djvu/518

Esta página no ha sido corregida

el temor de Dios, y el reconocimiento, delas obligaciones de chriſtiano, que f grangea y alcança con oir la palabra diui na, y con el vſo y frequencia delos funtos Sacramentos, y obras de piedad, conduze mucho, y aiada a eſte efect. Pero en fin en quien mas ſe maniſeſta la necefſidad de nueſtro amparo, es en los pobres Indios, que no tienen otros curas nireſugio fino el de nueſtros millio neros; y aunque en cada Reſidencia ay fiempre dos o tres Sacerdotes, y ſilos in dios eſtuuieran reduzidos todos a pue blos pudieran aviarſe, y fer dotrinados mejor con eſtos obreros; pero dela ma. nera, que oy etan, no es poſible fino, que ſe vean y experimenten muy grandes faltas, porque eſtos Indios reſiden en diſtintas reducciones, diſtãtes las vnas delas otras algunas leguas: y lo mas que ſe puede hazer es ir a conſeſſar los enfermos quando nos llaman, y entonces al buelo, y de paſſo dotrinarles, y adminiſtrarles otros Sacramentos: y aun ſi eſto ſe pudiera hazer andando en continuo, mouimiento de vna reducion a otra fuera mas conſiderable el fruto, que ſe hi ziera en eſtas almas; pero tampoco f puede eſto, porque como no ſon mas de dos, o tres los padres, esfuerça que mientras andan por eſtas reduciones, o tan cherias (que affi llaman los lugares don de eſtos Indios viuen) hagan falta aſus. Reſidencias, y al contrario: y affi he juzgado fiempre es ſumamente necefſario, y ineſcuſable, & le ha de acudir aettos mi niſterios como ſe deue, que aya copia de fujetos, para que falgan vaos, y queden otros, y ſe vayan ſucediendo, y cobren reſuello mientras ſus compañeros traba jan; y que los que falen dela Reſidencial no vayan por la poſta, fino que affi tan en cada reducion muy deſpacio, catequizàdo, dotrinado, y predicado aſus Feligreſes. Y como hemos de atender juntamente, con el prouecho delas almas ala confer uacion de nueſtro ſanto inſtituto, y al bue nombre de nueſtra compañia, es meneſter que nunca vaya ſolo vn Padre, fino que vayan dos luntos: y ayudandoſe el vno al otro, afſiſtan muy de propoſito, y deſpacio ala labor y cultiuo de eſtas nueuas plantas, y deſta manera le cogera el frata, y no de otra. Ytengo por cierto que el no hauerſe logrado los ſudores, y trajbajos delos nueiros en tantos años como ha que nes ocupamos con eſta gente, on los progrefſos, y aumentos dela Fe que quiñeramos, fin poder deſterrar ſus gentilicas coſtumbres de tener muchas mugeres &c ha ſido la cauſa la poca affiſtencia,, con que ſeies ha acudido, por la falta que digo de operarios. Yveſe claramente fer eſto verdad, por la experiencia que eſtos años vltimos hemos tenido que por haueries acudido con mas contineacion, por el feruoroſo zelo delos Padres Pedro de Torrellas, y Auguſtin de Vilaza, muy antiguos y Apoſtolicos mifſioneros(que deſde que pafſaron de Eſpaña, no han mouido el pie deſtas mifſiones, y delas glorioſas de Chiloe(y por el alentado eſpiritu con que de diez años a eſta parte entrando de refreſco el Padre, Diego de Roſales, ha frutificado en ellos y adelantado ſus progrefſos, eſtan ya los Indios mas domeſticos, y tienen cariño ala virtud. Todo eſto, y el aumēto eſpiritual el eſta chriſtiandad pende de que le aya en el numero de nueſtros obreros, porque mientras no fomos mis, no podremos, niaun conferuar lo ganado, quanto menos aumentarlo, o mejorarlo: porque algunos delos Padres mifſioneros antiguos eſtan ya tan viejos, y quebrantados de los exceffiuos trabajos, y incomodidades de tantos años, que han gaſtado en la coner. ſion deſtas almas, que ya no es pofſible proſeguir adelante y no dudo que ſi los vieran aun los mas lucidos fujetos, que tiene nueſtra Compañia en Europa, poſpufieran ſus mayores comodidades, y lucimientos, y el amor dela patria ala compafſion que les cauſara ver ta venerables canas, y tan benemeritos fujetos, toda via con la eſteva en la mano, y con la azada al ombro, conſumiendo, y acabando ya en vez del ſudor conque en otro tiempo regaron aquellos campos, y viña del Señor, la poca, y elada ſangre, que les ha quedado en ſus venas, acortando los dias de ſu vida con los trabajos improporcionados a ſus fuerças, fin que aya

Libro VIII
quien
Hhh 2