grandes, que dudo aya mifſiones mas Apoſtolicas, y glorioſas, ni demas trabajo, y merito, que eſtas. Afli lo fienten perſonas practicas, y noticioſas de nueſtros eſpirituales empleos; y con raçon, pues fuera dela aſpereza delos caminos, y demas penalidades referidas, quando vienen allegar al termino dela jornada, aun no tienen dicha de hallar entre eſta gente el refreſco, y ayuda de coſta, que ſuponia Chriſto tendrian ſus Apoſtoles en ſeme. jantes peregrinaciones, quando fueſſen por el mundo a Euangelizar ſu Diuina, palabra, y ley, dizjendoles: Manducate que apponuntur vobis; porque no ſolamente no hallan en el inculto, y eſteril hoſpicio deſtos deſventurados coſa alguna, que les puedan ofrecer para comer, fino que del pobre viatico que lleuan para el camino, les obliga la caridad, y compafſion a partir con ellos, para obligarlos con amor aque reciban ſu dotrina. porque como ſon tan pobres nos aman, y ſe obligan con qualquiera coſa que les damos. Eſta tan eſtremada pobreza, y deſamparo el eſtos Indios, no ſolo no arredra a nueſtros mifſioneros, fino que los excita, y impele con mas fuerça a buſcarlos; y ſi no les llamara la neceflidad, que ay de ſu afſiſtencia en el Colegio, huuiera quien con mucho guſto viuiera entre eſta gente barbara, pafſando con ſu vil ſuſtento de raiçes, y yeruas, por no deſampararlos, porque ſon muy dociles, de lindos ingenios, y capacidades, y que fin contradicion ninguna reciben el Euangelio, yabra çan la buena dotrina, que les enſeñamos. Y aſſi cauſa compafſion ver la eſtrema necefſidad deſtas almas fin poderla remediar; y que eſtando tan diſpueſta 12 yque mies, ſe venga al fuelo, y ſe pierda; y que el grano que Dios pudiera lleuar aſus troxes, ſe vea hollado delas viles beſtias, y monſtruos del infierno, y que haga el pla to alas infernales arpias, lo que pudiera ferlo, y muy delicioſo del Rey dela gloria, ſolo por falta de ſegadores, y jornaleros Euangelicos, que en eſta tan ſaçonada ſementera pudieran emplear ſu ſudor, y lograr el fruto de ſu trabajo con mayor ganancia, y vtilidad propia, y con mayor que G
lagrado del comun Señor, y dueño de to dos, que en otros miniſterios eſpecioſos, ſe lleua los ojos delos hombres, pues en eſtos no puede faltar el peligro de emboluerſe con la ſemilla la mutil paja, y grançones de que çarece el grano limpio que ſe coge en la parua eſpiritual el eſtas Apoſtolicas mifſiones, donde no ſe ven ni los lucidos auditorios, ni ſe oyen los aplauſos, y parabienes delos curioſos, y bien limados fermones, ni ſe goça dels buena opinion, y honores que grangean para ſi los infignes talentos en las populoſas ciudades, y concurſos delas curias de ingenios, y letras, pues no ſe ven jamas fino entre gente barbara, y bruta, deſtituidos de toda comodidad, y confuelo humano, anguſtiados delos calores, y ſed, y afligidos con la moleſtia de moſquitos, que ſon fin numero, y otros animales que cria Dios en eſt a partes, paraque ayuden a labrar la corona de ſus gran de merecimientos, pues no pueden de. xar de fer muy crecidos los de aquellos, que pudiendo lucir ſus habilidades, talentos, y letras entre quien los conozca, y ſepa eſtimar, ſe ſepultan en vida, muriendo ſegunda vez al mundo, y ocultandoſe a ſus ojos, por hallar gracia en los de nueſtro Señor, por cuyo amor hazen de ſi tan noble facrificio. En la ocaſion prefente, mas que en ninguna otra, parece, que da vozes a tiempo la necefſidad eſpiritual, y eſtrema deſtos miferables: pues ha querido nueſtro Señor, que el colegio de Mendoça ſe deſahogue de ſus empeños, de manera que puede oy ſuſtentar doblados fujetos que haſta aqui, con que podra tener mas operarios paraque anden en continuo mouimiento, catequizando, y doctrinado eſtos nueuos chriſtianos, y reduciendo a nueſtra Religion los Gentiles que andan entre ellos, y eſtendiendoſe hazia el eſtrecho alas muchas, y varias naciones que ſe van continuando con eſtas ya conocidas, y fujetas al yugo del Euangelio: y no ſe yo que aya ninguno delos que ſe precian de fer verdaderos hijos de nueſtro Padre ſan Ignacio, a cuyos pechos no queme y abraſe el zelo de tantas almas como aqui perecen: yque pudiendoPágina:Histórica relación del Reyno de Chile.djvu/516
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DEL REYNO DE CHILE
Libro VIII
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