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BREVE RELACION

dichas arriba aſſi del valor de eſtos Indios, como de ſus coſtumbres, porque los que las eſcriben, ſon teſtigos de viſta, y maiores de toda excepcion, y aſſi lo referirè todo con ſus meſmas palabras, y ſetan la materia delos capitulos ſiguientes.

CAPITVLO XVII.
Refiere lo que tocan las anuas de eſtas miſſiones.

L

O mas particular que hallo en las anuas acerca de eſtas miſſiones, ſon quatro coſas. La primera los grandes trabajos, y incomodidades delos caminos; la ſegunda los manifieſtos peligros del cautiuerio, o dela vida; la tercera el fruto, que ſe haze con los Indios por la gran mudança, que ha obrado Dios en ſus coraçones, convirtiendolos la diuina gracia de lobos en corderos, y de fieras en hombres, y la quarta algunos exemplos, y caſos de edificacion. Todo eſto ſe tocarà en eſte capitulo, y en los ſiguientes. Y en quanto alo primero, la particular cauſa delas incomodidades, y trabajos delos caminos (fuera delas comunes deſer los hiuiernos muy lluuioſos, y empantanarſe por eſto la tierra, y crecer mucho los Rios: las cueſtas, y aſperezas delos montes, de que eſtà llena toda aquella tierra) es el ſer eſta gente de guerra, y viuir por eſto en las partes, y ſitios mas inacceſibles, por eſtar mas ſeguros, y defendidos del enemigo. Habla de eſtos lugares la anua de treinta y tres diziendo [eſtan poblados eſtos Indios en quebradas aſperiſſimas, cercadas de pantanos, y montañas, en cerros altos, dificiles de penetrar, con laderas, deſpeñaderos, y todas quantas dificultades de la naturaleza pueden hallar para eſtar mas incontraſtables y libres del enemigo] luego añade vn capitulo de vn carta de vn padre miſſionero, que explica bien todo eſto, y dize aſſi. [Por eſtar tan diuididos como eſtan eſtos Indios, parte chriſtianos parte gentiles (ſiendo fuerça acudirles, y fomentar ſus buenos deſſeos) andamos con mucho guſto por quebradas, y mõtañas aſperiſſimas, peligros, caminos aſperos, que para ſacarlos dellos aque juntos en algun numero oygan la doctrina, es meneſter andar de cerro en cerro, por caminos muy agrios, y a peligro ſiempre de dar en manos delos Indios enemigos, q̃ emboſcados ſaltean en los caminos, lleuando de ordinario, ofrecida la vida en ſacrificio, por ayudar eſtas deſamparadas almas, q̃ lo eſtã de todo remedio eſpiritual, ſi los hijos dela Compania no les acudieſſen. Hemos andado por todas las reducciones del Auapie muy deſpacio haziendo la doctrina, y baptizando muchos niños, paſſando muchos trabajos, por tantos cerros, montañas, barrancos y deſpeñaderos, llouiendo ſin ceſſar, y paſſando Rios peligroſiſſimos donde en vno dellos cayò mi compañero, y eſtuuo ya para ahogarſe; mas el Senor, que le queria probar, y guardar para mayores trabajos, lo hizo en eſta ocaſſiõ. Salio el buen Padre con ſu boca de riſa dando gracias a Dios; y el aliuio, que tuuo deſpues de ſalir muy bien mojado fue vn ayre frio, que le penetraua, y ſin poderſe euadir del, ni mudar las veſtiduras todas empapadas en agua, ſe eſtuuo ala boca de vn rio, que no podiamos vadear, de que no le ſobreuino poco rieſgo dela vida, pero entre todos eſtos trabajos, es mayor el conſuelo, que nueſtro Señor reparte con ſus indignos ſieruos, que lo que ellos paſſan, viendo que lo que mucho vale, queſta mucho, y que pues las almas le coſtaron a Chriſto, nueſtro Señor tanto mas; no es mucho les queſten aſus miniſtros tanto menos: y lo principal que nos alienta es el ver ſe comiençan a lograr nueſtros trabajos como tẽgo dicho] haſta aqui el capit. de la carta del Padre. A eſte modo ſucceden cadadia, a eſtos buenos padres muchos caſos, en que han meneſter bien exercitar la paciencia, y ſufrimiẽto, lo qual fuera impoſſible ſino lo allanara el amor de nuestro Señor, y el zelo delas almas. Eſto en quanto alos trabajos, y dificultades delos caminos. Lo que toca alos peligros de la vida, ſe podra entender delo que la anua de veinte refiere acerca de eſto, trayendo en confirmacion lo que vn padre cuenta de ſi en vna carta q̃ eſcribio aſu Prouincial, y dize aſſi. [El peligro, que los nueſtros tienen
quan-