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BREVE RELACION

otras, que ſon mas luſtroſas, y principales delos caualleros, mercaderes, y eſtudiantes. Començemos por el primer miniſterio delas confeſſiones, el qual eſtà tanbien entablado, y receuido en el collegio de Santiago, que aunque fueran doblados mas los padres en el, tuuieran bien, que hazer, porque la gente del lugar es mucha, y la frequencia a nueſtra Ygleſia extraordinaria. En tiempo de Quareſma en particular, y la Semana ſanta es tan grande la multitud, y frequencia de confeſſiones, que aunque generalmente hablando, todos los demas Sacerdotes acuden a eſte miniſterio con grande edificacion, y el Señor obiſpo en perſona toma ſu confelſonario, y ſe aſienta a confeſſar con grande edificacion, como qualquier otro particular, y le ſiguen los demas clerigos, y eſtan los clauſtros, y Ygleſias delos moneſterios, y cõventos hechos vn hormiguero de gente, como lo he viſto por mis ojos; ſin embargo es tanta la que acude a nueſtra caſa, que nos acontece eſtar confeſſando haſta dos, y tres horas dela noche, y apenas rompe el dia, quando eſtan batiendo las puertas, y haziendo pedaços la campanilla, para que les abran, por ganarla vez.

Y aunque en eſtos aprietos no ſe eſcuſa, ni el Superior, ni el Maeſtro, ni el Predicador; ſin embargo es meneſter deſpues dela Semana ſanta trabajar la Paſqua, y aun por muchos dias deſpues, y con todo eſto ſe ſuelen ir algunos deſcõſolados, por no hauer podido confeſſarſe; y no ſolamente ſe ve eſto la Quareſma, y Semana ſanta; pero en el Iubileo dela porciuncula, y en los menſales, en que ſe celebran con gran puntualidad, y lucimiento las comuniones generales, en los dias de nueſtra Señora, de ſan Iofeph, y de otros ſantos, y en las fieſtas delas congregaciones y cofradias, en que es meneſter ponerſe a confeſſar deſde el tiempo dela oracion haſta la ſegunda meſa, y aun entonces he viſto algunos, que ſe bueluen aſus caſas deſconſolados, por no hauer tiempo, para ellos. Fuera de eſtas confeſſiones, q̃ ſe hazen en nueſtra Ygleſia, ſalen los nueſtros a confeſſar alos hoſpitales, y carceles, y alos que nos llaman eſtando enfermos aſus caſas, y es eſto con tanta frequencia, q̃ fuera delas vezes, que ſe va a eſto entredia, rara vez faltan de noche vna, o dos, o tres confeſſiones; en lo qual es verdaderamente de edificacion ver ſalir aquellos padres, ſin eſcuſarſe, ni los mas viejos, ni los maeſtros de Theolugia, y philoſophia, ni los predicadores, muchas vezes llouiendo, y con grandes frios, y lodos, a pie a muy largos trechos, porque el ſitio dela ciudad es muy grande, y tal vez llaman alos arrabales, y fuera de la ciudad; y como ſaben todos el guſto, y puntualidad, con que acudimos a ſeruir en eſto al mas pobrecito negro, o Indio ( aunque ſea en tiempo de peſtes, en que ſe ſuele padecer mucho) nos llaman con confiança, y es vna accion eſta de grande edificacion, para el pueblo, muy vtil, y de mucho merito, y ha ſido ſiempre, y es de gran credito para nuestros miniſterios, y de los que en ellos ſe exercitan.

El ſegundo es el dela predicacion, que es tambien de grande fruto, por el eſpiritu, y feruor, con que nueſtros predicadores le exercitan, atendiendo mas a eſto, que a liſongear al oido con la vana compoſicion de palabras, que ſon mas proprias de carteles, y certamenes poeticos, que del pulpito, donde todo lo q̃ no es hablar de Chriſto crucificado es por lo menos tiempo perdido. Los auditorios ſon muy numeroſos, particularmente la quareſma, y aunque ſuelen concurrir al meſmo tiempo, las demas religiones predicando, en ſus Igleſias, alas quales acude tanta gente, que tal vez he viſto, que no caben en ellas; ſin embargo acude tanta ala nueſtra, que con ſer muy capaz, ſuele eſtar llena haſta los vmbrales, y eſto ſe entiende de Eſpañoles (que es circunſtancia muy conſiderable en aquellas ciudades, por ſer tan nueuas, y que arguye bien lo mucho, que ſe han aumentado de gente) Alos Indios, y negros predicamos en eſtas ocaſſiones en las plaças; los Indios quedan en la dela Compañia, y los negros cantando la doctrina chriſtiana paſſan en proceſſion ala principal; y en las gradas dela cathedral ſe les haze la doctrina, y enſeña el cateciſmo, y ſe les predica, y ſuelen aſſiſtir algunos canonigos, y ſeglares a oir el ſer-
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