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DEL REYNO DE CHILE.

pues, acoger lo que vueſtra Reuerencia ſembrò. Muy en la memoria tienen a vueſtra Reuerencia eſtos Indios de Arauco, y no ay otra coſa entre los viejos ſino [ami me Bautizò Valdiuia] Mucho creo que ſe holgara vueſtra Reuerencia de ir ſin eſcolta, y ſin rezelos ningunos a Paicabi, Ilicura, y Puren; pero con ſus oraciones puede vueſtra Reuerencia hazer mucho ayudando nos alos que eſtamos por aca, y embiando nos ſu capa, y eſpiritu doblado para hazer fruto en eſta gente y aſſi pido a vueſtra Reuerencia no ſe oluide demi en ſus ſantos ſacrificios, y oraciones. Admiranſe los Indios quando les digo que vueſtra Reuerencia eſta viuo, quiera nueſtros eñor que eſta admiracion dure muchos años, para que ſu memoria de vueſtra Reuerencia nos aliente a todos. Arauço 20. de Abril de 1643.

Haſta aqui eſta carta. En otras me eſcriben, q̃ receuian los Indios con tanto amor, y guſto lo q̃ les enſeñauan, q̃ ſe andauan de tras delos padres, ſiguiẽdoles, donde quiera q̃ iuan, preguntãdoles las coſas dela doctrina chriſtiana, y repitiendo lo q̃ hauian ya aprendido; de manera que ſi huuiera dexado alos padres con ellos, como lo deſſeauan; ſin duda huuieran hecho grande fruto en ellos; de donde ſe ve claramente de quanto impedimento ſea la guerra, para la propagacion dela fee, y quanto ayude la paz aſu exaltacion, y ala ſaluacion de aquellas pobres almas, q̃ de aquel gentiliſmo paſſan al infierno por falta de predicacion. El que derramò ſu precioſa ſangre por ellas ſe compedeſca de ſu gran deſdicha; y diſponga las coſas de manera, que entrando aſus tierras los predicadores Evangelicos, que eſperan, logren en aquella copioſiſſima mies los frutos de ſu Cruz, para lo qual ayudaria grãdemente embiar de Eſpaña a aquel Reyno vn buen ſocorro de gente para ir poblando las ciudades antiguas, porque con eſto ſe aſegurarian del todo los predicadores del Evangelio, y podrian entrar apredicar alos gẽtiles ſin los temores, y rezelos, que obligan alos que gouiernan a proceder con el tiento y conſideracion que ſe procede, para no dexar Sacerdotes entre eſta gẽte. y ſegũ el juizio delos prudentes, y experimentados, y de todos en general, mientras eſte remedio no ſe aplicare, no ſera poſſible acabarſe aquella cõquiſta, que tanta ſangre y hazienda ha coſtado.

Concluyo eſte capitulo con otro de otra carta que Franciſco de Almendras Eſpañol cautiuo eſcriuio al Padre Iuan de Albiz arriba citado, ſu fecha de 29. de Março de 43. y dize aſſi [Padre mio de mi alma, como me holgara poder ir por alla a confeſſarme con vueſtra Paternidad pues en quarenta años que ha que estoy en eſte triſte cautiuerio ſolamente vna vez he podido goçar de eſta ventura] proſigue la carta, y hauiẽdo dicho q̃ ſe remite a otras, en que auiſa al Marques de la gran voluntad, y deſſeo, q̃ los Indios tienen de que ſe aſienten, y eſtableſcan las paçes, y que entren aſus tierras Padres que los enſeñen, añade] mas como veo q̃ ſon tan pocos vueſtras Paternidades, no me atreuo a ſuplicar a vueſtra Paternidad q̃ me embie vno, o dos que deſpierten a eſtos Indios dela ſeguedad, y errores, en que viuen] vltimamente deſpues de hauer referido, algunos de eſtos errores, y ignorancias, en que eſtan, y otras coſas dignas de compaſſion; y la buena diſpoſicion, con que ſe hallan para receuir la fee, concluye la carta con eſtas palabras [lo cierto es padre mio que toda eſta gente deſde la Ymperial, donde yo viuo, haſta Valdiuia, Oſorno y Villarica deſſean todos buenos padres Sacerdotes como vueſtra Paternidad dela Compañia de Ieſus, por que ſaben ya, que ſon exemplares, y de muchas virtudes, y que no buſcan ſus mugeres, ni ſus hijas, como lo hazian algunos malos curas, cuyos eſcandalos tienen haſta oy muy preſentes los viejos, y los repiten muchas vezes, quiera nueſtro Señor que vengan a eſta tierra muchos padres dela Compañia, para que enſeñen amis hijos, y a todas eſtas gentes. Yo eſpperaua a vueſtra Paternidad con el padre Franciſco Vargas, o con otro padre, mas ya que el Señor Marques no ha dado licencia, pido a vueſtra Paternidad, por amor de Dios ſe llegue haſta el fuerte del nacimiento, para que alli tratemos las coſas de mi ſaluacion, y delos mios, porque
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