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DEL REYNO DE CHILE.

Chile murio en Lima, y ſuccediole en fa, el lugar el que dirà el capitulo ſiguiente.

CAPITVLO IX.
Del gouierno del Marques de Baydes Conde de Pedroſo.

A

L gouernador Don Franciſco Laſſo dela vega ſuccedio Don Franciſco de Zuñiga Marques de Baydes, conde de Pedroſo, de cuya eſclarecida nobleza, y illuſtre ſangre es ocioſo hablar, pues el reſplendor de ſu caſa, la notoria antiguedad, y poſſeſſion dela veneracion, y eſtima, en que ha eſtado ſiempre entre las primeras de Eſpaña, ſon otras tantas lenguas, que publican lo que nadie ignora. Paſsò eſte Señor a Chile con eſte gouierno, por merced, que ſu Mageſtad le hizo del para hõrrar aquel Reyno, y ponerlo en tan buen eſtado qual jamas ha tenido; porque luego que començo a hazer ſus entradas ala tierra del enemigo, le ſalieron los Caciques acombidar con la paz, prometiendo de ſugetarſe a nueſtro catholico Rey, como aſu Señor, mediate los cõciertos, y capitulaciones, q̃ dirà la relacion, q̃ ſe ſigue, la qual eſtampè en Madrid valiendome delos originales q̃ me embio a Eſpaña el padre Prouincial de mi Prouincia, que fueron los meſmos, que dieron los Padres de nueſtra Compañia, q̃ entraron con el Real exercito, los quales originales, y los que me imbio el Marques de que compuſe la dicha relacion, viſtos por orden del Real conſejo, los aprobò, y dio licencia para imprimir la dicha relacion, q̃ pondre aqui dela meſma manera, q̃ ſe aprobò, imprimio, y publico en la corte; y dize aſſi.

Relaciõ delas paces que capitulò con el Araucano rebelado el Marques de Baydes.

L

Euantò la ceruiz el nunca domado, y mal ſufrido Araucano, y ſacudiendo el yugo, que a penas le hauia pueſto el Eſpañol, ſe boluio contra èl, y amotinadas las Prouincias, y pueblos dierõ a vn tiempo ſobre nueſtras ciudades, fortalezas, y preſidios, y quitando la vida al Gouernador Martin Garcia Oñez y Loyola, la quitaron juntamente a mucha parte dela nobleza Chilena, paſſandolos a cuchillo, y obligando al inuencible valor delos Eſpañoles a deſpeñarſe vnos por las barrancas, y laderas delos Rios, cuyo raudal los arrebataua, y hazia pedaços entre ſus peñas, y otros a retirarſe alos fuertes, y caſtillos, donde ſitiados con tan apretados cercos, que les obligauan a comer coſas indignas, rindieron ſus vidas; eſtos ala rabioſa hambre, y aquellos al riguroſo furor de aquellos barbaros, quando con no imitable oſadia, rompiendo por ſus Reales en demanda del corporal ſuſtento, por cuya falta veian perecer ſus mugeres, y ſus hijos, acribillados a heridas quedauan hechos deſpojos de ſus lanças, flechas, picas, y macanas, haſta que no quedando ya quien les hizieſſe reſiſtencia, ganaron las ſeis, o ſiete mas principales ciudades de Oſorno, la Imperial, Angol, Villarica, Valdiuia, y otras, y lleuaron cautiuos alos Eſpañoles que quedaron, con todas las mugeres, y niños, de quienes ſe han ſeruido como de eſclauos por eſpacio demas de quarenta años, en que no ſolamente ſe han hecho fuertes, y defendidoſe delas armas Eſpañolas del Real exercito, que milita en el Eſtado, y caſtillo de Arauco, y en el campo de ſan Filipe, y fuerte de San Chriſtoual, Talcamahuida, y otros muchos, ſin que en tanto tiempo ſe aya podido reſtaurar ni vna almena, pero en las continuas batallas, correrias, y encuentros, que han tenido con nueſtro exercito, nos han muerto muchiſſima gente Eſpañola, y entre ella mucha nobleza, dexando ſembradas las quebradas de ſus hueſſos, y regados los campos con ſu ſangre, moſtrandoſe en todas las ocaſiones tan valeroſos, intrepidos, aſtutos, y vaſientes ſoldados, como ſe vè, pues peleando con armas tan inferiores alas de fuego, de que vſa el campo Eſpañol, ellos ſolos le han hecho punça en la America, y les
han