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BREVE RELACION

ticular noticia, ala hiſtoria general.

Al gouernador Don Chriſtobal dela Cerda ſotomaior ſuccedio Don Pedro Sorez de Vlloa, cauallero del hauito de Alcantara, primero por nombramiento del Virrey, y deſpues por cõfirmacion de ſu Mageſtad. Fue eſte cauallero muy conocido, y nombrado en el Perù, por ſu gran liberalidad, y generoſidad de animo, aquien no parece baſtaua todo el cerro de Potoſi para ſus gaſtos, y frãqueças. No conocia eſte cauallero, y aſſi no puedo dezir mas delo particular de ſus partes y talẽtos perſonales, y de ſus ſeruicios, y ſucceſſos que tuuo en la guerra; ni en las otras materias tocantes aſu gouierno tan poco tengo noticia alguna en particular; lo qual me eſcuſa de dezir lo que otros referiran con la eſtimacion debida de atan gran cauallero. Solo dire yo vna coſa, que vale por muchas, y la oì ſiempre contar, como muy propria de ſu gran liberalidad, y es que fue grandemente limoſnero, y generoſo con los ecclefiaſticos, y obras pias, lo qual le dio grande opinion, y fama en aquel nueuo mundo. Murio en fin en eſte ſu gouierno, y dexò nombrado en ſu lugar aſu cuñado Don Franciſco de Alua, y Norueña, el qual gouernò haſta que el Virrey proueyò, de gouernador al que ya diremos. Tan poco tengo coſa particular, que dezir de eſte gouierno, por la meſma raçon, y cauſa, que digo de ſu anteceſſor; ſupongo por cierto, que la eſclarecida nobleza de eſte cauallero, y ſus meritos le harian lugar en los pueſtos, que ocupò haſta el de Maeſſe de campo del Real exercito, en el qual eſtaua empleado quando ſu anteceſſor le dexo nombrado en ſu lugar.

Siguioſe al gouernador Don Franciſco de Alua, y Norueña, el gouernador Don Luis Fernandez de Cordoua, yarce Señor dela villa del Carpio, y veinte y quatro de Cordoua, el qual aunque no fue nombrado por el Rey; para eſte oficio podemos dezir, que le confirmò ſu Mageſtad en el, pues viendo quan bien ſatisfacia, y llenaua el pueſto, no le embio ſucceſſor en algunos años, que durò ſu gouierno, en el qual aſiſtio perſonalmente ala guerra, y tuuo en ella muy felices ſucceſſos, y victorias, teniendo por competidores en ſu tiempo al prudente, y famoſo Lientur, y al valeroſo Leuepillan, con quienes tuuo muy reñidos en cuentros, y batallas. No refiero lo particular de ellas, porq̃ no teniendo, como no tengo, los papeles, y relaciones, que las refieren; no podrè menos que exponerme alas quexas, y ſentimientos delos que en eſta ocaſſion hizieron oſtentacion de ſus valeroſos animos, haziendo hazañas dignas de no callarſe, porque hablando de memoria, y por maior, no ſeria poſſible dan ſatisfaccion a todos, y el lugar, que merecen ſus hõroſos ſeruicios, y iluſtres hechos, que fueron muy dignos de hiſtoria los que hizieron muchos de nuestros Capitanes, y ſoldados; y de parte delos indios no faltò quien merecieſſe iguales aplauſos, dando ocaſſion con ſu gran valor, y ardides de guerra, aque ſobre ſalieſſe mas el de nueſtros Eſpañoles, y en particular el del gouernador, que no faltaua alos lances de maiores rieſgos, ſin perdonar atrabajo, ni incomodidad; yendo delante de todos en el exemplo, no queriendo eſcuſarſe de las traſnochadas, correrias, aguaceros, y demas moleſtias, que tan proprias ſon de aquella guerra, y que tanto refinan los grandes meritos de aquellos fieliſſimos baſallos de ſu Mageſtad, a cuyo real ſeruicio acudio ſiempre con tan gran zelo, aſſiſtentia, vigilancia y teſſon, como el que mas, por lo qual le juzgaron ſiempre en aquel Reyno, no ſolamente digno de que el Real conſejo le confirmaſſe mas tiempo en aquel oficio, ſino de otros mayores, que no dexaran de darle, acrecentandole como merece la fineza de ſu buen zelo, y dela exacion con que acude ſiempre a todo lo que eſtà aſu cuydado.

Entre otras coſas, q̃ reſplandecieron en eſte cauallero, fue muy ſingular el buen afecto, q̃ moſtro alos Eſpañoles nacidos en la tierra, honrrando los con particulariſſimas demonſtraciones dela eſtimacion, que de ellos tenia. Dio a muchos conductas de Capitanes, a otros hizo Tenientes, Alferez, y dio otros oficios honroſos dela guerra, y aunque algunos, que quiſieran ſer ſolos en eſtas honrras, o goçar
de