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BREVE RELACION

tan varios caminos, y maneras los medios de ſu predeſtinacion.

En eſte fuerte eſtuuo eſte precioſo depoſito haſta que aſu tiempo hauiendo comodidad ſe traſladò ala ciudad dela Concepcion, donde ſe colocò en nueuas caxas de cedro aforradas en ricas telas de plata y oro, en el muro del lado derecho del altar mayor, donde eſtan haſta oy; però ſin ningun culto, ni demonſtracion dela piedad, y veneracion, que ſe ſuele dar alas reliquias delos ſantos, conforme al breue apoſtolico de Vrbano octauo de feliz recordacion, en que prohibe ſe hagan eſtas demonſtraciones con ninguno haſta que la Ygleſia ſanta de la licencia, y los admita en el numero de ſus ſantos. Dios nueſtro Señor, que es honrrador delos que tan fielmente le ſiruen, como lo hizieron eſtos ſus ſieruos, cuydarà de honrrarlos, quando mas convenga, ſegun la diſpoſicion de ſu diuina, y fideliſſima prouidendia, y con eſto, quiero dar fin a eſte capitulo, y a eſta materia, añadiendo aqui algunas circumſtancias dela muerte de eſtos apoſtolicos varones, las quales toca breuemente el Padre Diego de Torres, que era ſu Prouincial, en la carta anua, que eſcriuio a nueſtro Muy Reuerendo Padre General Claudio Aquaviua, dandole quenta de eſte ſucceſſo, y porque la calidad dela perſona, aquien ſe eſcriuio la carta, y la q̃ tuuo de grande fama, y opinion de ſantidad, y religiõ el q̃ la eſcriuio, dan particular autoridad al caſo; referirè ſus meſmas palabras dela meſma ſuerte que las hallo eſcritas, y dizen aſſi.

[Aunq̃ es verdad, q̃ delo q̃ ſe ha dicho arriba no era dificultoſo de entender quan glorioſa aya ſido la muerte de eſtos dichoſos padres; con todo eſſo me parecio apũtarlo aqui breuemẽte, y dezir algo de lo mucho, q̃ pudiera de ſus virtudes. La primnera es q̃ murieron eſtos padres por obediencia, dela qual fueron embiados; en q̃ huuo las particularidades del modo con que el Padre Valdiuia y yo los ſeñalamos la primera vez, y la ſegunda, quando entraron ala miſſion, aque precedio mucha oracion delante del Santiſſimo Sacramento, ſacrificios, y penitencias.

La ſegunda circunſtancia, y motiuo, que leuanta de punto eſta accion, es, el zelo, y charidad, con que entraron a perſuadir alos Yndios, quanto les importauan los medios de paz, para el bien de ſus almas, y dar noticia del Euangelio alos infieles, y predicar alos ya chriſtianos. La tercera tratar del reſcate delos captiuos, y captiuas chriſtianos, y Eſpañoles, que ay en la tierra de guerra, confeſſarlos, yconſolarlos en ſus grandes trabajos, pues eſtãdo como eſtauan tãtos años hauia entre infieles, y barbaros; bien ſe hecha de ver, q̃ tendrian extrema neceſſidad eſpiritual de ſer ayudados, y de quien les diſpuſieſſe a voluer a reſtaurar la gracia de nueſtro Señor; que como las mas, que eſtan en Captiuerio, ſon mugeres, y entre gente tan ſin freno, y que vſa tener muchas mugeres; bien claro eſtà ſu peligro, y la obligacion de ayudar aquellas almas, aunque fueſſe con peligro dela vida temporal delos padres, pues es cierto, que por entonces no hauia otros, que las ſocorrieſſen, y alla no ay Sacerdotes. Y ſi alaba, y engrandeze tanto, y con raçon el bien auenturado San Gregorio en ſus dialogos al bien auenturado San Paulino Obiſpo de Nola por aquel acto tan heroico de charidad, que hizo en ofrecerſe al Captiuerio, para reſcatar al hijo de aquella viuda, que eſtaua preſo en Africa, como ſanctamente lo hizo; mucha gloria, y alabanças ſe deben à eſtos benditos Padres, pues ſe ofrecieron no ſolo a ſer Captiuos, ſino a ſer muertos, para reſcatar, no vno, ſino muchos, y librarlos del captiuerio del demonio, confeſſandolos, como ſiempre pretendieron, y tambien del Captiuerio temporal, en que miſerablemente eſtauan entre los Indios; de que nos dio tambien il luſtre exemplo el bien auenturado Padre San Franciſco Xauier, quando quiſo entrar ala China con peligro de ſer preſo, o muerto, ſegun la ley, q̃ hauia en aquel Reyno cõtra los eſtrangeros; y no reparò en eſſo, antes eſtaua determinado a entrar a dar a aquellas gentes la luz del ſanto Euangelio, de que con mucha raçon le alaban los eſcritores deſu vida, y no menos, nos corre obligacion de alabar, y engrandecer la entrada, y muerte de eſtos dichoſos Padres pues
fue-