Página:Histórica relación del Reyno de Chile.djvu/312

Esta página ha sido corregida
273
DEL REYNO DE CHILE

xar las armas, y viuir en paz con los chriſtianos. para eſto eſcriuio al padre Prouincial q̃ le embiaſſe algunos padres que le ayudaſſen a aquella obra (era lo entonces, y el primero, y fundador de aquella Prouincia, y del Paraguay, que era toda vna, el Padre Diego de Torres, de quien ſe ha hecho ya alguna mencion en eſta obra; y ſe harà mas cumplida en ſu proprio lugar, quando ſe tratarà delos varones iluſtres, que han honrrado aquellos Reynos) eran en aquel tiempo muy pocos los dela Compañia, por ſer tan recien fundada en aquella tierra, pero como la caridad lo puede todo; la de aquellos padres, y el zelo, que tenian delas almas, les hazia trabajar de manera, (como aun lo hazen haſta aora) que hechaua vno ſobreſi la carga de dos, o tres, paraque eſtos quedaſſen deſembaraçados para acudir alas miſſiones.

Aſſi paſsò en eſta ocaſſion: porque, hallandoſe apretado el Padre Prouincial con la falta de ſugetos, para propeer a eſte empleo, que juzgaua de tanto ſeruicio de Nueſtro Señor; no tuuo otro remedio, que ſacar del colegio de Santiago al que hazia en el oficio de miniſtro para embiarle a eſta miſſion. Eſte fue el venerable Padre Oracio Vechi (de quien hablaremos mas de propoſito, en el catalogo, que ſe harà delos demas; que aora ſe dirà ſolamente lo hiſtorial, que pertenece a eſta materia; que vamos tratando) hauia muchos dias que eſte feruoroſo obrero del Evangelio inſtaua al padre Prouincial que le voluieſſe alas miſſiones de Indios, en que hauia, ya trabajado algun tiempo y ſabia ſu lengua: aſſi en eſta ocaſſion, aunque era tan preciſſamente neceſſario en el collegio; le ſacò para eſte efecto, porque eſperaua de el, como lo eſcriue en vna carta, coſas muy grandes; y para fundarlas mejor en ſus principios, ſe juntò toda la comunidad, y eſtando deſcubierto el ſantiſſimo Sacramento, ofrecieron todos a nueſtro Señor en eſte ſu buen cõpañero vna victima tã agradable aſu diuina Mageſtad, como ſe dirà deſpues en ſu lugar; y lo meſmo hizieron en la capilla de N. Señora de Loreto, q̃ es alli nueſtra patrona, y de ſingular deuocion; y con eſto deſpidiendoſe el Padre de todos ſus compañeros, con gran ternura, y conſuelo; ſe partio ala Concepcion, de donde le embio luego el padre Luis de Valdiuia por ſuperior de la miſſion, y reſidencia de Arauco, donde [como era fuego (añade el meſmo Prouincial) luego prendio, dentro, y fuera de caſa, ayudando alos nueſtros aque aprendieſſen la lengua delos Indios; y a eſtos catequizandolos en las coſas de la fe, y diſponiendo para el baptiſmo alos gẽtiles; y alos ya chriſtianos, para el vſo delos demas Sacramentos. Dexo otras coſas, que acerca dela ayuda eſpiritual delos Indios hizo, que fueron muy grandes, porque el amor eſpiritual, que eſte buen padre les tenia, era tal, que nunca le dexaua eſtar ocioſo, y aſſi por mus cho que ſe dixera, quedaua corto] haſta aqui el Padre Prouincial en ſu carta.

Con el deſſeo que el padre Oracio tenia de cooperar alos buenos efectos dela paz, que ſe pretendia, para poder entrar apredicar alos Indios de guerra aſus tierras; y para conſeguir de nueſtro Señor eſta gracia con mas felices ſucceſſos; aplicò ſu cuydado ala reformacion dela milicia de nueſtro campo, procurando por varios medios, que aplicò; que los ſoldados corrigieſſen algunos vicios, aque ſuele abrir la puerta en los exercitos la libertad, y licencia militar; començò para eſto a hazer gente para vna congregacion del Santiſſimo Sacramento, y de nueſtra Señora la qual ſe entablò dentro de muy pocos dias, por el buen exemplo, que dieron el maeſtre de campo, y demas Capitanes, acudiendo los primeros con gran deuocion alas platicas, y comuniones; colocaron en ſu capilla el ſantiſſimo Sacramento, y con el buen exemplo delos congregantes, iuan entrando otros cadadia, y reformandodse todo el exercito, con los ſermones, que vno delos nueſtros les predicaua todos los viernes, con que muchos ſe conuertian a nuestro Señor, confeſſando, y comulgando, y dexando las ocaſſiones de ſu mala vida; obligando con eſto cada vno por ſu parte, aque diſpufieſſe las voluntades delos Indios, y todo lo demas, que era neceſſario para el buen ſucceſſo delas pazes, que deſſeauan
Libro VII.
los
M m