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BREVE RELACION

recian retratos de la muerte, pereciendo ſin tener, que llegar ala boca, en tan extrema neceſſidad, que no fuera coſa nueua hauerſe comido, como lo hizieron en Samaria, aſus meſmos hijos, para no a cauar de perecer; y no ay duda, que quien tuuo animo, para comerſelos alli, ſe los huuiera tambien comido en eſta ocaſſion, donde no fue menor el aprieto, en que ſe vieron.

Pero el invencible valor de aquellas Eſpañolas Chilenas, pudo hazer roſtro atamaña eſtrechura, y trabajo, teniendo pecho, y animo, para dexarſe morir, como de hecho ſe murieron muchas perſonas de hambre, antes que violar los fueros dela piedad, y dela raçon, haziendo vna coſa tan in humana. No es eſto lo que me admira, y eſpanta, porque la impiedad de accion tan contra naturaleza, tiene en ſi meſma ſuficiente reſiſtencia (ſino es que ya ſe pierdan los eſtriuos dela raçon, y falte del todo el ſentido) lo que me cauſa admiracion, es, el ſufrimiento, y teſſon de tanto tiempo; queriendo antes ver perecer ſus hijos, que entregarſe al enemigo, por no ponerlos a peligro de perder la fee, o verlos ſugetos ala corrupcion de ſus gentilicas coſtumbres; eſto es lo que temian, y eſto es lo que hazia todos tan conſtantes, y pacientes en tan extrema neceſſidad, y trabajos; alo qual ſe añadia en las mugeres otra coſa, que las hazia no menos fuertes, y ſufridas; y era el temor dela violencia, que juſtamente temian, hauian de hazer aquellos barbaros aſu honor. Eſto las tenia arraya y mazizaua ſus coraçones, para no deshazerſe de compaſſion, y dolor, viendo llorar de hambre aſus hijos, y que no podian acallarlos, quitandoſe el bocado dela boca para darſele, como lo hizieran, ſi lo alcãçaran para ſi; ſaliã los padres del fuerte, viendo eſta ſumma miſeria, y deſdicha, arreſgando ſus vidas por traer algunas yeruas, y raizes del campo, paraque no acabaſſen de perecer ſus hijos, y mugeres, y aunque muchas veces voluian con eſte ſocorro, ſi bien acoſta de lançadas, y manifieſtos peligros; otras ſe quedauan pagandolo con la vida; porque los enemigos no parauan vn punto, rodeando por momentos la ciudad, de noche, y de dia para coger al que ſalieſſe fuera, y obligar alos que eſtauan dentro a rendirſe.

Deſpues de tan largo y prolixo cerco hallandoſe ya los Eſpañoles mas para morir, que para reſiſtir, aſſi por eſtar ya tan conſumidos, y acauados, como por los que ſe hauian muerto, y perecido amanos del enemigo, ſe huuieron de rendir aſu deſdicha, y entrando los Indios dentro delas ciudades cercadas (aunque no ſe quantas fueron eſtas, ni ſi fueron al meſmo tiempo, o el que huuo de diferencia, dela vna ala otra) començaron a hazer el eſtrago, que ſe dexa entender del odio, y rabia, que tenian contra los Eſpañoles; maniatauanlos como a eſclauos, deſnudandolos de ſus veſtidos, y dandoles taſſadamente vn mal calçonſillo y camiſeta aſu vſança, para cubrirſe las carnes. Veſtianſe los Indios delas veſtiduras delos Eſpañoles, en ſeñal de triumfo. con que en vna hora ſe voluio toda aquella republica lo de dentro a fuera, los Eſpañoles veſtidos de Indios, y los Indios veſtidos de Eſpañoles; eſtos ſugetos, y eſclauos, obedeciendo alos Indios, como aſus Señores, y los Indios mandando como amos, y dueños; cada vno cautiuò los mas que pudo, conforme la buena maña, que ſe dio a cogerlos; y cargado cada qual con los ſuyos, ſe retirò aſus tierras, porque delas ciudades no hizieron caſo, ſino para abraſarlas, y conſumirlas, dexando lo que quedo en pie paraque lo acauaſſe de deſtruir, y conſumir el tiempo, como lo ha hecho, ſin que te vea oy en ellas, ſino ſolamente las laſtimoſas ruinas delo que fueron. Lo meſmo, que hizieron los Indios con los Eſpañoles, y Eſpañolas, que cautiuaron en eſtas ciudades, que ganaron, por hauerlas ſitiado, hizieron tambien con los demas delas otras, que tomaron por aſalto: a todos los lleuaron aſus tierras, donde ſe ſiruieron de ellos, y ſe han ſeruido haſta oy, como de eſclauos, como ſe dirà en el capitulo ſiguiente.
CA-