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DEL REYNO DE CHILE

parte, aplicando toda la fuerça, que pudo contra Pailamacho, y ſus ſequaces, para en flaquezerle, y desbaratar ſu dañada intencion, con lo qual aſſeguraua la paz, y defenſa del Reyno, porque fuera de eſte padraſtro, todo lo demas corria con gran proſperidad aſegurandoſe cadadia mas las eſperanças de ſus aumentos en riqueza; y ſobre todo la eſpiritual dela fee, y religion catholica, con la converſion delos gentiles, aque atendian los religioſos con ſu acoſtumbrado, y ſanto zelo.

Hauiaſe ya mudado el gouierno del Perù, y ſuccedido en el, el Virrey Don Luis de Velaſco, de cuya eſclarecida caſa, y perſona, y delos buenos efectos de ſu gouierno, no digo nada, por no enturbiar con breue relacion la gloria, y reſplandor de ſus aciertos, y los acrecentamientos, que tuuieron aquellos Reynos en ſu tiempo. Para aumentar los de Chile ſiguiendo el exemplo, y buenos dictamenes de ſus anteceſſores, que tan zeloſos ſe moſtraron ſiempre en la ayuda, y ſocorro de aq̃lla milicia, como coſa de q̃ dependia ſu conſeruacion, y c ſiguientemente la del meſmo Perù; embio vn buen ſocorro de gente acargo del illuſtre Capitan Don Gabriel de Caſtilla, el qual con ſu llegada a Santiago, y la ropa, que truxo para ſocorrer el Real exercito, causò en todo el la alegria, y regocijo, que cauſa ſiempre en aquel Reyno la llegada de eſte ſocorro, con que los ſoldados ſe alientan, y deſahogan, y cobran nueuos alientos para ſeruir aſu Mageſtad. Sabida por el Gouernador la llegada de eſte ſocorro, dio orden, que al punto ſe partieſſe la gente al valle de Quilen, dõde le eſperaua, para diſponer de alli lo q̃ mas conuinieſſe, para oponerſe luego ala primavera alos conatos, y rebeldia de Puren, con intento de deſtruirlo de vna vez, o enfrenarlo, para aſegurar con eſto lo ya ganado. aſſi ſe executò, y hauiendo llegado los ſoldados al dicho valle de Quinel, a 10. de Henero del año 1597. y hechoſe alarde general de toda la gente aſſi Eſpañola, como delos Indios amigos; marchò el campo hacia Puren, donde llegò dentro de cinco dias con animo de hechar por tierra de vna vez, y desbaratar los intentos de aquellos rebeldes enemigos.

No ignorò nada de eſto Paylamacho, porque ſus eſpias le dieron con tiempo auiſo de todo; y aſſi convocò al punto toda ſu gente, y la demas, que tenia aliada, y retirandoſe delos llanos, ſe recogio con todos al gran pantano; que era ſu ſeguro preſidio; donde eſtando todos juntos, les hizo el acoſtumbrado raçonamiento, animandolos con los exemplos, y hazañas de ſus antepaſſados, refreſcando en particular la memoria de ſus victorias, y encendiendoles con el deſſeo, y eſtimacion de la propria libertad, y de ſus hijos, y decendientes; no os eſpante dixo, valeroſos Purenes, la fuerça, que haueis oido dezir, trae el Eſpañol contra noſotros; que la juſticia eſta de nueſtra parte, pues el motiuo de tomar las armas es tan juſtificado como lo es la defenſa de vueſtra libertad, que es la mas precioſa joya, que eſtiman los hombres; por ella peleamos, y por ella debemos deſpreciar el repoſo, y el deſcanſo, las haziendas, y poſſeſſiones, y la meſma vida. con eſtas, y otras raçones encendio Pailamacho la llama, que ardia en los pechos delos ſuyos, de manera, que ſe juramentaron todos de morir por la patria, antes, que verſe ſugetos, y debajo del poder de ſu contrario.

El gouernador, que ſupo la obſtinada reſolucion delos Parenes, viendo que no eran de ningun efecto las promeſſas, que les hazia, y los partidos aque les ſalia, les publicò guerra, a ſangre, y fuego y aloxando ſu exercito en el llano, les deſtruyò las comidas y talò las ſementeras, matando alos que podia ſin dexarles coſa ninguna, que no ſe la abraſaſſe, y conſumieſſe; en eſto ſe ocupò aquel verano, y antes que entraſſe el higierno, tratò de leuantar alli vn fuerte; para reparo, y ſeguro de ſu gente, como ſe hizo, y dexandole con buena guarnicion, y al enemigo retirado aſu pantano; ſubio a Lumaque, donde fundò vn baluarte, y fortaleza; para maior ſeguro dela ciudad dela Imperial, y de los caminos, de manera, que quedaſſe libre el paſſo, alos que fueſſen de
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