Página:Histórica relación del Reyno de Chile.djvu/277

Esta página ha sido corregida
238
BREVE RELACION

molugar, y delos meſmos Eſpañoles: cerrauan los Indios con eſto los dientes, reſueltos a morir, o vencer, deſpreciando la vida, porque la juzgauan de ninguna eſtima, ſi fueſſe para viuir ſugetos, ſin goçar, dela amada libertad, que tanto eſtimauan; entrauanſe por las lanças, ſin atencion al peligro: los nueſtros, que no menos le deſpreciauan, hazian lo meſmo hiriendo a vnos, y matando a otros a gran prieſſa, veianſe muchos dela vna, y otra parte teñidos en ſangre, lo qual encendia mas el fuego de ſus coraçones; ſi bien la victoria no ſe moſtraua por ninguno, haſta que el Gouernador haziendo el vltimo esfuerço, con ſus veinte reformados, acometio con tan extraordinario valor, que cobrando nueuos alientos nueſtra gente, tuuo dicha de herir malamente por tres partes al general Quinteguan, el qual faltandole primero los alientos dela vida que los de ſu invencible valor, y fortaleza, aunque dando traspies con las anſias dela muerte, acudia a vnos, y a otros a darles animo, haſta que finalmente dio en tierra, ahogado en ſu meſma ſangre, q̃ a borbollones derramaua de ſu cuerpo traſpaſſado de heridas; con q̃ comẽço a desfallecer, y ſe rindio el cuerpo del exercito, faltandole ſu cabeza, no de otra ſuerte, que acontece al humano, cortandoſe la ſuya; y a vn loçano, y hermoſo arbol, llegando la ſegur aſu raiz. Delos nueſtros, murio, entre otros en eſta batalla, vn Cauallero Portugues del habito de Chriſto, valeroſo ſoldado, que iua en la delantera, expueſto ſiempre al mayor rieſgo. No acaban de encarecer los que ſe hallaron en eſta refriega, el teſſon, y conſtancia, con que los Araucanos ſe portaron en eſta ocaſſion, moſtrando ſu valor los que alli murieron, aun quando eſtauan para eſpirar, bregando juntamente con la muerte, y con los, que ſe la dauan, haſta la vltima reſpiracion. Quedò el campo, y la victoria por el Eſpañol, y marchando para el valle de Arauco, baxaron por el de Chibilingo, de donde fueron reconocidos dela armada Real (que el Virrey hauia embiado acargo de Lamero de Andrada, y el Almirante Herrera, a reconocer las coſtas de Chile, por la nueua, que hauia corrido de que el Yngles hauia paſſado el eſtrecho a infeſtarlas) y para hazerles fieſta, y ayudar a celebrar tan gran victoria, enarbolaron vanderas por las gauias, llenandolas de gallardetes, y tendiendo paueſadas; ſonando los clarines diſpararon la artilleria, y hizieron ſalua Real alos vencedores. Y pues ſe han nombrado arriba muchos delos que mas parte tuuieron en eſta victoria; ſeria agrauio, no hazer lo meſmo alos veinte reformados, que anduuieron al lado del gouernador, y tanto ſe ſeñalaron en el principio, y fin dela batalla, delos quales (aunque no de todos y por eſſo tan poco podre yo referirlos) haze mencion el meſmo autor de arriba en eſta octaua que dize aſſi.

Franciſco ſon. y Alonſo de Riueros
los que le ſiguen oy con el de Iuna
Lorenzo de Bernal y Iuan Rieros
En quien Iamas ſe hallo tardãza alguna
Cordoua, Caſtillejo, aunque poſtreros
Fueron en el ſalir; llegan a una
Con ellos Don Antonio Brito, y Rezio
Aquien la fama ha dado honroſo precio

Quedaron el Gouernador, y todos los ſoldados con eſta tan inſigne victoria con nueuos alientos, y muy animados a rendir de eſta vez, y ſugetar el eſtado, y a todos los demas Indios aliados, para lo qual començaron luego a diſponer lo que dira el capitulo ſiguiente

CAPITVULO IX.
Fabricaſe el fuerte de Arauco, hazen junta los Araucanos, para ganarlo, y dan la paz.

T

Res veces hauian los nueſtros leuantado fuerte en el Valle de Arauco, y otras tantas les hauia obligado a deſpoblarle, y deſalojar el ſitio, el indomito furor, y porfiada reſiſtencia delos Caciques, y gente, que le hauitaua; pero eſta vez parece, que la buena ſuerte dela victoria referida aſeguraua mas las eſperanças de poderle conſeruar; y aſſi ſe aplicaron luego a labrarlo; no en el ſitio antiguo, ſino en la punta del Valle, de que era Señor el Cacique Colocolo, junto al mar, en vna hermoſa, y muy
ale-