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DEL REYNO DE CHILE

uio con eſto muy orgulloſo aſu campo, corriendo en vn cauallo, que hauia ganado en la refriega a vno de ellos. El Maeſſe de campo, que veia ſitiado el fuerte de tanta gente; diſpuſo la ſuya, dando orden, que ningun ſoldado ſalieſſe fuera, ſino ſolamente la Compañia, aquien tocaua ſalir a hazer la eſcolta al ganado; y eſto, ſin apartarſe delos muros: pero luego que los Indios los vieron fuera, impacientes dela tardança, llegaron al general a pedirle, que no eſperaſſe mas, ſino que acometieſſe luego; todos le perſuadian eſto, ardiendo en deſſeo de llegar ya alas manos, y alcançar la victoria, que contauan ya por ſuya; pero Cadeguala, aunque eſtaua mas deſſeoſo, que todos, de acometer; los detuuo; no por cobardía, ni temor, ſino con el deſſeo de hazer maior la gloria dela batalla, y triumpho, que ſe prometia. no ſera; dixo, Capitanes eſforçados, y gente valoroſa, extraordinaria la que alcanceremos de eſta victoria, que eſperamos, ſi embeſtimos todos al fuerte; porque deeſtas tiene contadas muchas el valor Araucano, halta eſte dia: dexadme eſta vez ami ſolo, que yo quiero vencer en vno a todo el campo Eſpañol, y probar con ſu confuſſion, quan ſuperior ſea mi braço al mas valiente de todos ellos; deſafiar quiero al Maeſſe de campo, a que ſalga con migo, cuerpo a cuerpo; que a cometer tantos como ſomos a tan poca gente del contrario, empañarà la gloria del vencer; pues eſta es ſiempre tanto menor, quanto es mayor la ventaja del que acomete. llegarè ſolo, y, para juſtificar mas nueſtra cauſa; les propondrè, que deſamparen el pueſto, y ſe vayan, haziendo juramento de no voluer mas a inquietarnos. Si eſto hizieren de ſuyo; habremos conſeguido nueſtro intento: y ſino quiſieren, los retarè a que ſalga quien quiſiere cuerpo a cuerpo; y quando eſto no baſte; ſera ſu daño, pues habran de experimentar la fuerça, y valor de vueſtro braço.

A todos parecio bien eſte medio, y aſſi ſubiendo en vn famoſo cauallo, ſe fue ſolo, y conforme alo traçado, y diſpueſto, hallò al Maeſſe de campo que dela otras vanda del Rio ſalio e eſperarle, y hauiendole propueſto ſu intento, concluyò con retarle, y deſafiarle para el tercero dia. Embio antes del vn menſajero, que fue Talcaguano, el qual llegò al amanecer, diziendo, que eſperaſſen el dia ſiguiente a Cadeguala, que vendria al deſafio; añadio mas que ſabia que no faltaua quien eſtuuieſſe deſcontento dentro del fuerte, y que por eſſo les offrecia de parte de ſu general todo buen paſſaje alos que ſe paſſaſſen aſu campo; dioſe orden, que nadie reſpondieſſe palabra; pero como entre muchos buenos, nunca falta va Ruin, tomò ocaſſion de eſto vn ſoldado moço llamado Iuan de Tapia, para huirſe al enemigo, con color de que iua en buſca de vn cauallo, que le faltaua; al qual reciuieron los Indios, haziendole las honrras, que le hauian prometido, y el dia ſiguiente ſalio Cadeguala al lugar, y tiempo ſeñalado; y aunque iua muy orgulloſo, y confiado dela victoria; para aſſegurarſe de qualquier accidente, que ſe pudieſſe temer, lleuò conſigo a vna viſta vno de ſus eſquadrones, que eſtuvieſſe ala mira delo que paſſaua; el Maeſſe de Campo previniendo lo meſmo, ſalio con quarenta de acauallo delos mas ſeñalados en valor, y fuerças, y dexandolos a cierta diſtancia, ſalio ſolo a Cadeguala, que plantado en el pueſto le eſtaua ya aguardando. fueronſe acercando el vno al otro, armados entrambos como reloxes, y aproporcionada diſtancia poniendo eſpuelas alos cauallos, ſe embiſtierò de carrera, como dos tigres, penſando cada qual lleuarſe aſu contrario por delante; entrambos lo penſaron, y con eſta confiança ſe acometieron, pero la ſoberbia de Goliad que en Cadeguala hazia las partes de ſu competidor, que como otro Dauid hauia ſalido a quitar aquel oprobrio del nombre chriſtiano, lo vencio, permitiendo el cielo, que alos primeros encuentros le dieſſe el Maeſſe de campo tan fiero golpe, que dio con el, y con ſu cauallo en tierra.

Quando los Indios vieron, derribado aſu general, corrieron aſu defenſa; y lo meſmo hizieron los quarenta Eſpañoles para defender al ſuyo de ſu furia. no era aun muerto Cadeguala, quando le llegò el ſocorro, y leuantandoſe como pudo
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