no. Sitiaronſe ſobre el gran Rio Biobio, donde hizieron para ſu defenſa vna fuerte empalizada de grueſos arboles; y deſpues hizieron a viſta de Rancheuque, y Taboleuo vn buen fuerte, trabajando en ſu fabrica todos los Capitanes, y ſoldados, con el exemplo, con que iua delante en todo el gouernador no perdonando ningun trabajo perſonal, como ſi huuieran nacido para ello, y criadoſe en ſemejantes exercicios. Llamoſe eſte ſuerte dela Trinidad; y para ſu correſpondencia, y mejor auio; ſe començò a labrar otro, que llamaron del Eſpiritu Santo, en tierras de Yumbel, que eran de Tarochina, y las hauia deſamparado, como lo hizieron otros Caciques con las ſuyas, no pudiendo defenderlas dela fuerça, que lleuaua el exercito Eſpañol. para el comercio de eſtos dos fuertes, y poder ayudarſe el vno al otro hizo hazer el gouernador algunas piraguas en la Concepcion; pero hauiendolo entendido Tarochina, ſe emboſcò con mil, y docientos ſoldados en vn paraje del Rio, por donde hauian de paſſar, venialas comboyando el Maeſſe de campo con ſu gente; quando ſale Tarochina con la ſuya, y hechandoſe al Rio como pejes, las cogieron en medio, y hauiendolas ganado, las hizieron pedaços; con que impidieron alos Eſpañoles eſte ſocorro, que entonces era de mucha conſideracion.
El general D. Luis de Sotomayor,. Hermano del gouernador, que hauia ido a ſocorrer las ciudades, que tan apretadas ſe hallauan del enemigo, como diximos arriba; hauiendo cumplido con eſte officio, voluio a juntarſe con el campo, hauiendo ganado primero el ſuerte de Liben, que hauian defendido los Indios mucho tiempo con gran valor; y dexando alli la fuerça, que pudo, corrio toda aquella tierra, talando al enemigo las comidas, haziendole el daño, que pudo, y moſtrãdoſe por ſu parte tan valeroſo en todo, como el gouernador ſu Hermano por la ſuya; ayudandoles ſus Capitanes, y ſoldados con la fidelidad, teſſon, y perſeuerancia que no huuiera tenido lugar menos que en ſus nobles pechos, que parecian mas de acero, que humanos, ſegun ſe moſtrauan incontraſtables alos peligros, y trabajos, ala hambre, deſnudez, y incomodidades, que padezian (que han ſido ſiempre ſin medida en aquel Reyno) ſin que baſtaſſe para remediarlas el deſangrar y deſuſtanciar las ciudades, que en aquellos principios eſtauan mas para ſocorridas, y ayudadas de otras, que para las perpetuas derramas, que cadadia era fuerça hechar ſobre ellas, para tener en pie el Real exercito, que ha ſido, ſi bien muro, y defenſa de aquel Reyno, polilla, y carcoma para deſuſtanciarlo, y confumirlo; que ano ſer de ſuyo la tierra tan fertil, y abundante, no huuiera podido ſufrir ſobre ſi tan grande peſo.
Entre otros, que moſtraron maior ſentimiento dela perdida del fuerte, fue el Cacique Guepotaen, y aſſi conuocò vna buena junta de Indios, para recobrarle, eligio por Maeſſe de campo a Millalermo, y formando ſeis eſquadrones, caminaron de noche, haſta que ſe puſieron a viſta del fuerte, ſin ſer ſentidos; alli ſe emboſcaron, diuidos en tres partes, para el aſalto, conforme lo lleuauan diſpueſto: hauia ſalido del fuerte vna eſcolta de quince ſoldados con ſu Capitan, para hazer yerua, muy deſcuidados, y ſeguros de eſta emboſcada, y hallando Guepotalen eſta buena ocaſſion, ſalio del monte y paſſando por la puente vn eſtero, que hazia ſolo al fuerte, y no podia paſſarle
por otra parte; dexò alli el vnode ſus eſquadrones, para cortar alos dela eſcolta, y eſtoruarles el paſſo, paraque no pudieſſen ſocorrer el fuerte; pero quando eſtos vieron, lo que paſſaua, y que ſubia ya el enemigo por vn lado a ganarle; ſin embargo de ver ya tomado el paſſo, y ſer tan pocos para tantos; dando dela eſpuela alos cauallos; embiſtieron ala puente con tan gran valor, que paſſaron por entre picas, lanças, macanas, y flecheria, ſin que pudieſſen derribar mas que vno ſolo, el qual tambien ſe eſcapò, y paſsò con los demas a defender el fuerte como lo hizieron; peleando con tan gran valor, que cada vno hazia tanto, como ſi fueſſe muchos, matando, y deſtroçando mucha gente y entre ellos a tres delos mas famoſos Capitanes Guechuntureo, Guilqui, y