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BREVE RELACION

llegar, que a penas ſe oyò, quando entraua ya Longonaual por la calle del alojamiento, que le tocò; y Anteleuo, y Tarochina por las ſuyas, haziendo gran deſtrozo en los Indios amigos, que eſtauan los primeros: hazian harneros los toldos y pauellones delos Eſpañoles, penſando, que dauan en ſus cuerpos; però fue ſu ventura, q̃ hauian ſalido aquella noche algunas cõpañias a hazer la guardia (en que eſtuuo ſu remedio) porque a eſtar durmiendo dentro de ſus tiendas, los huuieran coſido alançadas con el ſuelo

Ya eſtaua Longonaual apoderado de vna calle, quando le ſalio al encuentro el gouernador con tan grande esfuerço, animo, y valentia, que pudo freprimir ſu orgullo, y detenerle el paſſo, con no menos admiracion, que ſi oponiendoſe ala avenida, y furioſo raudal de vn poderoſo Rio le huuiera pueſto repreſſa, y hecho parar ſu impetuoſa corriente, porque no venia menos pujante y ſoberbio eſte barbaro, lleuandoſe conſigo quanto encontraua; pero la reſiſtencia, y daño que eſte famoſo Capitan general hizo aſu gente fue tan grande, que viendo Longonabal caida mucha de ella, y la demas mal herida, le obligò a retirarſe. En eſte meſmo tiẽpo ſalio al encuentro el Capitan Franciſco Hernandez: a Anteleuo, q̃ ſe iua ya apoderãdo dela otra calle, y dioletal prieſſa cõ vna, y otra carga, q̃ le hizo tambien retirar, por hauer perdido entre otros, tres famoſos Capitanes, y eſtar el muy mal herido. El ſargento maior, q̃ aunque ſe hallaua mal diſpueſto, hauia ſalido con los demas, y haſta entonces hauia eſtado ocupado en diſponer ſu gente: dexando a cada vno en ſu pueſto, acudio ala tercera calle, que tenia ya por ſuya Tarochina y le rebatio el orgullo, y aliento, con q̃ entraua, con tan gallarda reſolucion, que matandole vn Hermano, y con el al mulato, que venia por Sargento maior del enemigo, le hizo tambien deſamparar la calle, y retirarſe con los demas; aguienes el Maeſſe de campo, que hauia ſalido por de fuera a cauallo, hallandoſe con treinta valeroſos ſoldados, fue ſiguiendo el alcance por la vega, cantando victoria, la qual fue vna delas mas glorioſas, q̃ ha tenido el campo Eſpañol en aquel Reyno.

Hallauaſe el general Cayencura con diez ſoldados, con quien eſtaua ala mira delo que paſſaua; y quando vio que ſe retiraua ſu gente, les ſalio al encuentro y ſe les puſo delante, diziendoles como? no ay mas valor? aſſi os dexais rendir de vueſtro contrario? no veis la altiuez q̃ cobrarà de eſta victoria? con que cara haueis de parecer en vueſtras tierras vencidos, y desbaratados delos que teniais ya por tan vueſtros? animo Capitanes, y ſoldados, no pongais eſta mancha a vueſtro nombre. Gran confuſion causò en todos eſte raçonamiento, y teniendo por mas facil hazer punta al exercito victorioſo delos Eſpañoles, q̃ alas raçones de Cayencura, hizieron alto, apreſtandoſe a nueua batalla; pero no fue meneſter, que voluieſſen a darla al aloxamiento de ſus contrarios; porque el Sargento mayor acompañado delos inclitos Capitanes Bernal Campofrio, Aguilara, Miranda, Palomeque, y Albarado, Iuan Ruiz de Leon Loayſa, y Iuan de Ocampo, con otros, que entreſacaron delas Compañias, les ſalieron al encuentro, y començando de nueuo la batalla, pelearon dela vna, y otra parte con grande brio; però no pudiendo vltimamente reſiſtir los Indios, por la mucha gente, que les faltaua, y dela mas valeroſa, y eſtar muchos de ellos mal heridos, ſe huuieron de retirar a gran prieſſa, dexando muertos en aquel campo, entre otros, alos valeroſos Anteleuo, y Carapi, y con eſto ſe voluieron los nueſtros al Real, dando gracias a Dios por eſta victoria, que les dio a 16. de Henero de 1585.

CAPITVLO II.
Proſiguenſe otros ſucceßos dela guerra.

D

Exando el campo Eſpañol el venturoſo aloxamiento donde le dio Dios tan buena ſuerte, marchò hazia Millapoa, con animo de hazer alli la guerra, y tambien en Rancheuque Mareguano, y Taboleuo, Talcaguano Gualqui, y Quilacoya el reſto del Vera-
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