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BREVE RELACION

ra, que viniendo Caupolican al dia, y tiempo ſeñalado, y dexando entrar en la fortaleza los mas, que pudieron, al tiempo, que iuan ya a dar el aſalto ſobre los Eſpañoles, que ſe hazian dormidos; haziendo ſeñal, y tocando al arma, ſe leuantaron como leones, y jugando las armas de fuego, y ſaliendo por de fuera la caualleria, para dar en los que por que dar mas atras, no pudieron entrar dentro; mataron gran ſuma de Indios, eſcapandoſe, muy pocos, ſin q̃ les baſtaſſe para ſu defenſa ſu gran valor, porque ocupado dela turbacion de tan inopinado ſucceſſo a penas les quedò ſentido, para retirarſe de eſta refriega. Entre eſtos fue Caupolican, que con diez ſoldados, deſmintiendo caminos, ſe puſo en cobro, ſin que baſtaſſen a dar con el en muchos dias, extraordinarias diligencias, que ſe hizieron para ello, porque los Indios, que ſe cogian, lo negauan, ſin poderles ſacar raſtro del; ni por temores, y amenazas, que les hazian, ni por premios, o dadiuas, con que procurauan obligarlos.

Pero como es difficil coſa, que entre muchos leales, falte vn traidor, porfiando los Eſpañoles en buſcar a Caupolican prẽdierõ entre otros vno de ſus ſoldados, que eſtaua menos contento de ſu gouierno, y por ventura quexoſo de verſe atraſado, como acontece a otros: por eſta cauſa, o porque era eſte el medio que la diuina predeſtinacion hauia previſto, para la ſaluacion de eſte haſta entonces invicto Capitan; le deſcubrio eſte ſu enemigo, y traidor; y guiando alos Epfañoles por vn ſendero deſvſado, por donde no pudieron ſer ſentidos, los puſo ala viſta de vn aſpero, y eſpeſo boſque , nueue millas de Ongolmo, donde en vna quebrada, que eſtà al deſpeñadero de vn Rio, ſe hauia recogido eſte valiente, para aſegurarſe mientras ſe hazia tiempo de rehazer el exercito, y proſeguir con ſu pretenſion. Llegaron aqui los Eſpañoles, y hallandole deſcuidado con los demas, que le aſſiſtian le cogieron, ſin que le valieſſe el vltimo esfuerço, que hizo, para defenderſe; de que hauia mucho que dezir, y delos baldones, que le dio ſu muger, viendole preſo y atadas las manos, y que lleuauan cautiuo al que poco antes blaſonaua con animo, y alientos de poner aſu pies el poder y nombre Eſpañol. Dexò todo eſto, como menos importante, porque me permita el piadoſo letor dar ſin a eſte capitulo, haziendo vna ponderacion algo mas eſtendida, y dilatada delo ordinario, ſobre la muerte de eſte valeroſo Araucano, y ſu converſion.

Converſion, y muerte de Caupolican.

E

L que deſpacio, y atento ſe pone a conſiderar los varios efectos dela diuina predeſtinacion, y los diuerſos caminos, por donde trae Dios a ſu predeſtinados, haſta ponerlos en la ſegura poſſeſſion del ſummo bien; hallarà ſin duda entre motiuos de alabanças de aquel Señor, que es admirable en ſus ſantos, y eſcogidos, otros de temor, y deſconfiança deſi miſmo, viendo a vnos arrebatarlos ſu infeliz ſuerte delos braços, y cariñoſo regaço dela Ygleſia, y entregarlos alos ſangrientos lobos dela impiedad, y carniceria del infierno, quando al contrario libra la poderoſa, y diuina mano de ſus gargantas a otros, que agornizauan ya entre ſus dientes, para ſer tragados, y ſepultados en el: nacen aquellos, y ſe crian ala luz, y calor dela gracia, y mueren en la ſombra fria, y tenebroſa noche de la culpa; quando a eſtos amenece el ſol de juſticia al vltimo aliento de ſu vida, hauiendola paſſado toda en las tinieblas de ſu errores y gentiliſmo. Son excluidos dela gloria, como eſttraños, los que tuuieron derecho a ella como hijos por la diuina gracia en que algun tiempo viuieron; y en vn punto ſe hallan herederos del cielo, y entrar en ſu poſſeſſion los q̃ en toda ſu primera vida, no dieron vn paſſo por alcançarlo. terrible dolor, deſdicha ſin conſuelo; que vn barbaro gentil piſe las eſtrellas, no hauiendo pueſto ſus pies en la Igleſia, ni aſomado jamas a ſus vmbrales, haſta la vltima linea de ſu malograda vida; y que vn chriſtiano, criado dentro de ſus puertas, en el camarin de ſus hijos, principe
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