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DEL REYNO DE CHILE

no otra tanto maior que hizo oluidar la primera, a penas hauia amanecido, quando comiençan a hazerſe pedaços las cajas, y trompetas, tocando vna viua arma, de que venia el enemigo ſobre la ciudad: aqui fue la confuſion, aqui los ſobre ſaltos, y congojas de muerte, como quien ſe atribulaua, no ya por las delos ſuyos, ſino por la propria, que tan de cerca les amenaçaua, todo era turbacion, ſin poder tomar conſejo, que importaſſe, por hallarſe atajados, y ſin tino los mas reportados, y prudentes. defenderſe, no podian, por ſer muy inferiores ſus fuerzas alas del enemigo, el retirarſe, era forçoſo aunque difficil, por venir ya tan cerca.

En eſte aprieto, y conflicto, fue la vltima reſolucion, deſamparar la ciudad, y ſalir de ella, como quien huye del fuego, o terremoto, ſin cuydar de eſcapar otra coſa, q̃ las vidas. Dexan la ciudad hecha vna colmena, perdido en los eſcritorios, y caſas el oro, que en tanta cantidad hauian ya ſacado delas minas; ſalen ala deſilada ſin poder cuydar apenas las madres de ſus hijos; no hauia quien pudieſſe dar conſuelo al afligido, porque cada vno lo eſtaua tanto, que la maior fortaleza no baſtaua, ni tenia aliento, y coraçon, para ver tantas laſtimas, como paſsò a quella triſte gente, por tan largo camino, tantos Rios, y eſteros, como paſſaron haſta llegar a Santiago adonde ſe recogieron. Todo era llantos, y penas, todo ſuſtos, y temores, de que vinieſſe el enemigo alas eſpaldas, a acabar con ellos; no dauan paſſo, ſin eſtos ſobre ſaltos, por las nueuas, que cada momento venian, y ſe alcançauan las vnas alas otras, midiendoles las vidas por horas. quien podra referir los trabajos, que ſe paſſaron por tan largos deſiertos, y deſpoblados? que hambre? que flaqueza? que harian las mugeres, y niños? que los enfermos, y viejos? es ocioſo el diſcurrirlo, y quedarà ſiempre muy atras la mas llena y cumplida narracion. Voluamos alos Indios, los quales apenas hauian los Eſpañoles deſamparado la Ciudad, quãdo dieron en ella, y ya que no pudieron executar ſu furia en los dueños, la executaron en ſus caſas, poniendolas fuego, y abraſandolas haſta los cimientos, no dexando viuos niaun los animales, con que dize Erzila, ſeperdio la ciudad mas fertil, de oro, que eſtaua en lo mas poblado dela tierra, porque dize hauia cien mil Indios con ſus famillas, y caſi todos ſe ocupauan en eſto, ſiruiendo alos Eſpañoles, los quales iuan enrriqueziendo tanto, que ſi Valdiuia no ſe pierde, dizen llegaria preſto a tener de rẽta cinquenta mil peſos de oro, y otros, a veinte, y treinta mil.

Acauado eſte incendio, llegò nueua de que hazia Caupolican vna gran junta en Arauco, y aſſi ſe partio luego Lautaro con ſu gente para juntarſe con el; quando ſe vieron eſtos dos inſignes Caudillos Araucanos, ſe dieron el vno al otro los parabienes de tan ſeñaladas victorias como hauian conſeguido de los Eſpañoles, y en ſeñal de triumpho ſe viſtieron ciento y treinta Caciques, y los principales Capitanes todos ala Eſpañola, con los veſtidos, que quitaron alos Eſpañoles muertos en las batallas, teniendoſe por menos el que no tuuieſſe algo dela victoria. traia el General el veſtido del Gouernador Valdiuia, que dizen era de vna tala verde, bordada de plata, y oro, vn peto, y eſpaldar de ſino acero, y vna celada con vna grueſſa eſmeralda por cimero (Vltima gala de ſu vida, y mortaja en ſu muerte) Hauiendoſe ſentado todos por ſu orden propuſo el General ſu intento, que era de conquiſtar, o recobrar lo reſtante dela tierra, y que aora era tiempo por eſtar los Eſpañoles tan devencida. fueron dando todos ſus pareceres con gran ſoberuia, y arrogancia, offreciendoſe a conſumir, y a cabar con eſtos ſus contrarios. Dizen que oyendolos el viejo, y prudente Colocòlo, y la grande preſumpcion, que tenian, que era tanta, que les parecia poco el mundo todo para reſiſtir a ſu valor, los humillò diziendo, que templaſſen ſu furor, y no ſe deſvanecieſſen con ſus victorias, conſiderando, que ſi ellos hauian tenido dos, muchas mas hauian conſeguido de ellos miſmos los Eſpañoles haſta tenerlos de baxo, y ſugetadolos aſeruidumbre ineſcuſable, y que era mejor portarſe con reportacion, y templanza, para el mejor
acier-