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DEL REYNO DE CHILE.

riendo, porque los dexò en tierra quando ſalio de aquel puerto para proſeguir ſu, viaje, ſi bien mandò, que les dexaſſen abundancia de pan, y vino. No ſe ſabe ſi con eſto pudieron ſuſtentarſe, haſta topar con algunos jigantes de aquellos que llegaron la primera vez alli, y fueron regalados de Magallanes (como ſe dixo en ſu lugar quando tratamos de eſta gente) los quales, o otros delos Indios de aquellas coſtas, pudo ſer, que los albergaſſen. Pareciendo a Magallanes, que era ya paſſado el hiuierno ſe hizieron ala vela a ſiete de Nouiembre, que es quando comiença en aquellas regiones el eſtio, y hauiendo reconocido por tierra lo que pudieron del eſtrecho, le paſſaron con gran felicidad en veinte dias, y tirando para el Norte, fueron coſteando alguna parte de Chile; aunque como entonces, no hauia ningun conocimiento, ni luz delo que era aquella tierra, ni eſtaua deſcubierto el Perù, paſſaron de largo, y en dereçaron la proa alas Yslas Philipinas en vna delas quales, como queda referido, en el capitulo tercero del libro ſegundo de eſta Hiſtoria, perecio amanos delos Indios, o por dezir mejor, de ſu temeridad, y oſadia, eſte animoſo Capitan y famoſo luſitano Magallanes.

Algunos años deſpues, que fue el de 534. Simon de Alcazona, cauallero Portugues, del habito de Santiago, y gentil hombre dela caſa del Rey, gran coſmographo, y dieſtro en nauegaciones, y que hauia muchos años, que andaua en ſeruicio de eſta corona, aſſentò con el Rey deſcubrir, y poblar docientas leguas, deſde donde acauaſſe el gouierno de Almagro, que era en Chile, hizieron las capitulaciones, ſegun las conueniencias de entrambas partes, y deſpashado ſalio de S. Lucar, a veinte y vno de Setiembre dell dicho año de 1534. con cinco buenos nauios, y docientos y cinquenta hombres, y no hauiendo reconocido tierra deſde la Gomera haſta el eſtrecho de Magallanes, ſino el cabo de abre ojos, y el Rio de Gallegos; a veinte y cinco leguas del eſtrecho adonde llegaron a diez y ſiete del Henero del año treinta y cinco, padecieron tan grande ſed, que los perros, y gatos llegaron a beber vino puro, y la gente perecia por hauer eſtado muchos dias ſin beber gota de agua. Vltimamente entraron por el eſtrecho, donde hallaron lleuantada vna grande cruz, que dexò Magallanes, y el nauio, que alli ſe perdiò; parecieron en aquel puerto veinte Indios, que moſtraron grande alegria con la viſta delos Eſpañoles; proſiguiendo ſu viaje, teniendole ſiempre aman derecha por ſer mas ſegura, les ſobre vino vna tormenta con vnos vientos tan furioſos, que les lleuò la mitad delas velas, y parecia que queria lleuar los nauios por el ayre; retiraronſe a vn puerto donde por eſtar ya el tiempo adelante, perſuadieron los Capitanes, y ſoldados a Alcazoua, que ſalieſſe del eſtrecho, como lo hizo, voluiendo al puerto delos leones, o delos louos, que era muy bueno.

En eſta hiuernada ſe reſoluieron entrar por alli la tierra dentro a deſcubrir las riquezas, que los Indios, que hallaron alli, les dixeron, que hauia; tomaron los por guia, y hauiendo dicho Miſſa, bendixeron las vanderas, hizieron los Capitanes los juramentos de fidelidad, y obediencia, y con eſto partieron haſta dos cientos y veinte y cinco hombres por tierra, cinquenta arcabuces, ſetenta balleſtas, quatro verſos cõ poluora, y balas, que lleuaua cada vno en la mochila del pan, que ſeria de peſo haſta veinte libras: de eſta manera marcharon catorce leguas y por ſer Alcazoua hombre cargado, no pudo paſſar adelante (en que eſtuuo ſu perdicion) nombrò teniente, contra el qual ſe amotinaron los ſoldados, porque faltandoles, que comer alas nouenta leguas, dieron en que ſe querian voluer, como lo hizieron, ſin embargo de hauer topado vn Rio, y en el mucha peſca, y dezir las guias, que vn poco mas arriba llegarian a vna gran poblacion, donde hauia mucho oro, de que traian los Indios planchas en los braços, y en las orejas; nada les mouio, por eſtar ya empeñados en ſu deſatino; y porque vn mal llama otro, determinaron en llegando alas naues a poderarſe de ellas, matando alos que les hizieſſen reſiſtencia, y aſſi lo executaron; però Dios los caſtigò luego. decon-
tado,
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