comun retorno de agujas, alfileres, caſcabelles, quentas de vidro, hachas de yerro, cuchillos, y otras bujerias de Europa, que eſtimaron muchiſſimo; y no pudiendo los caſtellanos tener la riſa de verla eſtimacion, que los Indios hazian delo, que valia tan poco, les dixo el Rey de que os reis? y hauiendo entendido la cauſa de ſu riſa, les dixò, con mas raçon podemos reirnos de voſotros que hazeis tanta eſtima delo que tan poco ſirue ala vida humana, como ſon las perlas, por las quales paſſais los mares, y tantos peligros en ellos, que eſtos cuchillos, y hachas, que nos haueis dado, ſiruen para coſas muy vtiles, y prouechoſas alos hombres.
No fue el cambio, y retorno principal, que huuo eſte Rey por las perlas, que preſento, el que hemos dicho; ſino las precioſa Margarita dela fee, que enamorado delos Eſpañoles, y de ſu buen modo, y bien informado de ſu religion reciuio el, y toda ſu caſa, haziendole Chriſtianos, que era el principal fin, a que nueſtros Caſtellanos endereçauan ſus jornadas. Fue el baptiſmo muy ſolemne, y para feſtexar el Rey a ſus padres eſpirituales, que le hauian engendrado en el Evangelio, los lleuò a ver como ſe peſcauan las perlas: embarcaronſe en ſus canoas, llegaron ala peſqueria, donde ſe cogen, y con gran guſto de todos vieron el modo, con que los Indios las peſcauan que es entrando en el mar, colgada al cuello vna gran bolſa cargada de piedras, para llegar mas preſto al fondo, y que les ſiruan de laſtre, para que el agua nolos ſoliuie mientras arrancan los hoſtiones, en que ſe crian las perlas: eſtan los maiores de eſtos a diez eſtados de hondo, porque mientras no ſalen abuſcar de comer, ſe eſtan en lo mas baxo, y ſe pegan tan fuertemente alas peñas, y vnos con otros, que es meneſter hazer gran fuerça para arrancarlos, y algunas veces les cueſta eſto tan gran trabajo alos peſcadores, y les es fuerça eſtar tanto tiempo de baxo del agua, para deſpegarlos, que faltando les el reſuello ſe ahogan, y ſe los comen los tiburones. pero lo ordinario no peligran, porque como van peſcando los hoſtiones, los van hechando en la talega, y alijerandola delas piedras, y antes, que les falte el reſuello, ſalen a fuera con ſu peſca, abren los hoſtiones, ſacan ſus perlas, que ſuelen ſer muchas, ſi ſon pequeñas, y ſi ſon grandes, pocas; y entre las que aqui les preſentaron alos Caſtellanos, dizen que las hauia como garbanços, y avellanas, con que ſe voluieron a tierra firme, goçoſos de hauer deſcubierto eſte theſoro, a dar alos ſuyos las nueuas del, y del mas precioſo y eſcondido que por ſu medio hauian hallado el Rey, y ſu gente, haziendoſe Chriſtianos.
CAPITVLO XI.
Del deſcubrimiento del Rio dela plata, delas coſtas de Chile por el eſtrecho de Magallanes.
H
Emos corrido haſta aqui por el H mar del Norte haſta entrarnos por tierra firme en el mar del Sur, con deſſeo de llegar con el deſcubrimiento de eſte nueuo mundo, haſta ſu remate, y vltimos terminos, que es el Reyno de Chile, adonde ſe endereça toda eſta narracion. ſeguimos eſte orden y eſtilo, por llegar a deſcubrirle por los meſmos paſſos, y jornadas, que anduuieron a eſte fin ſus primeros conquiſtadores. pero mientras eſtos ſe deſembaraçan, y ponen para empreſſa tan grande, y dificultoſa, y que pide tanto tiempo, como es el deſcubrimiento, y conquiſta del Perù, que nos ha de guiar ala de Chile por ſerle tan immediato; ſera bien que dexando por aora el mar del Sur, ſigamos alos, que por el del Norte intentaron deſcubrir, y reconocer las coſtas de Chile; y en primer lugar no perdamos de viſta al Capitan Iuan diaz de ſolis, que partiendo de Eſpaña a ocho de Otubre de 1515. corrio por las coſtas del Braſil haſta deſcubrir el famoſo Rio dela platas; aquien dio eſte nombre, no la que en el ni en ſus riveras ſe cria, ſino vnas planchas de eſte metal, que dieron los Indios de aquel pais alos Eſpañoles, las quales hauian traido delas tierras circunvezinas a Potoſi, con quien tenian comunicacion