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BREVE RELACION

clauan los ojosen el orizonte, por donde començaua a deſcubrirſe la tierra, como vna barda, o ceja del mar. El deſſeo de llegar a ella hazia dudar a algunos, ſi era tierra, o celajes lo que vian, dizen eſtos que ſi, aquellos que no, eſtos, que es tierra baxa; aquellos que no, ſino altos montes. aquel ſe finge ver vna peña taxada, dize elotro, que ve eſtendidas playas, y todo es opiniones ocaſſionadas dela gran diſtancia en que ſe hallauan dela tierra, o delo q̃ lo parecia, porque verdaderamente no lo era; pero fue traça del Almirante, que viendo tan deſeſperados, y caſi amotinados los ſuyos contra el, por librarſe dela perſecucion, que de ellos padecia, vsò de aquel artificio de hazer hechar aquella voz, para darles aquel alegron, fingiendo, que eran tierra vnos celajes, y nubes que delexos lo parecian.

Saliole bien por entonces eſte arbitrio, nauegò la buelra dela fingida tierra haſta la noche y dexando repoſar ſu gente voluio la proa al Occidente en demanda dela verdadera, que buſcaua. quando amanecio por la mañana, y ſe hallaron todos burlados, por hauerle des hechoo los nublados, que les hauian engañado, como acontece de ordinario en largas nauegaciones, començaron de nueuo a afligirſe, y voluerſe contra el Almirante, diziendole cada vno ſu ſentimiento en ſu cara, o donde pudieſſe oirlo; y no me eſpanto, porque fuera del gran peligro en que eſtauan de perecer, ſe hallauan en vn clima tan caliente, y abraſado, que la tercera vez, que voluio el Almirante de Eſpaña a deſcubrir la tierra firme, calmando ocho dias los vientos por eſte paraje, fue tal la fuerça del calor, que dizen temidò ſe le abraſaſſen los nauios, y perecieſſe la gente, porque rebentauan debaxo de cubierta las pipas; eſcupiendo los arcos, comou ſi les pegaſſen fuego, ardia el trigo, y las carnes ſaladas, que llebauan, ſe recocian de manera, que era meneſter hecharlas al mar, para que no infeſtaſſen las naues.

De eſta manera, proſeguia el Almirante ſu viaje, teniendo neceſſidad de mas paciencia, para ſufrir la perſecucion domeſtica delos ſuyos, que los rigores del tiempo; y peligro en que ſe hallaua, quado juenes once de Otubre del meſmo año fue Nueſtro Señor ſeruido de coronar ſu invencible ſufrimiento, y confiança començando aver manifieſtas ſeñales de tierra, que ſuelen ſer en ſemejantes ocaſſiones la raya delos peſſares, y aflicciones, y el principio dela alegria, y con que ſe oluida todo lo padecido. eſte nauio dezia, que havia viſto nadando en el mar vn ramo recien cortado con ſu fruta, que aunque de eſpino, fue para ellos lo que el de oliua para los que eſtauan encerrados en la arca de Noe; aquel que hauia viſto peſcados verdes, el otro pedaços de leño, y otras coſas, que ſon claras ſeñales de tierra, como lo ſon para los que venimos delas Indias la Correguela la ceiua, y otras yeruas conocidas, q̃ nos ſalen a receuir diez leguas ala mar antes de llegar a Eſpaña.

Las alegrias, y regocijos, que con la viſta de eſtas ſeñales de tierra ſuelen hazer los nauegantes, los ſaltos que dan de plazer, los abraços de vnos con otros, las nora buenas al piloto, los para bienes al general, y los que cada vno ſe da aſi miſmo, las gracias al cielo, y ternura de coraçon, y aun lagrimas en los ojos, con que ſe reconoce dela mano de Dios, y de ſu Madre eſte beneficio no es materia dela pluma, ſino dela viſta, porque nunca ſe dira tanto quanto ſe ve. eſte dia ſe acaban los rencores, aqui tienen fin las enemiſtades, y rencillas, y los que venia mas apuntados, y para comerſe, comen juntos en vn plato, oluidanſe las injurias, no ay memoria delas quexas; porque el goço de cada vno, haziendoſe dueño del coraçon, des tierra del, todo otro afecto de turbacion, y melancolia; Aſſi les acontecio alos de eſta armada del Almirante Colon, que con el contento de verſe ya al olor dela tierra, no ſolo ſe oluidaron de la peſſadumbre, y rabia, que traian contra el; pero corriendo vnos tras otros llegauan a abraçarle, y hecharſe aſus pies; darle la enhora buena de ſu teſſon, y conſtancia, y pedianle perdon dela ocaſſion que le hauian dado de juſto ſentimiento con ſu impaciencia; y palabras inconſideradas: el reſpondia a todos abraçando-
los