dia ſe reſoluio de hazer vn hecho con que dexaſſe atras el de ſus compañeros; determinaſe a hazer lo meſmo que ellos, pero por adelantar la accion, no quiere hazerla a eſcondidas, y como quien huye, ſino como quien vence a viſta de ſus contrarios, y apeſſar ſuyo; y para dar principio proporcionado a ſu pretenſion, ſe reſuelue temerariamente a matar a ſu amo, no de noche, y ſin teſtigos, como pudiera hazerlo con facilidad, embitſtiendole dormido en ſu cama, ſino en la plaça de armas, a viſta de el ſol, y de todos los que eſtauan en la naue, para alcançar con eſto maior nombre, que el que hauia perdido por no hauer acompañado alos ſuyos. aſſi lo hizo, toma vn dia vn ancho cuchillo carnicero en las manos, y en preſencia de todos cierra con el Capitan ſu amo, y hauiendole dado tres o quatro puñaladas en la garganta, y pecho, ſegun la prieſſar del caſo le dio lugar, ſe arrojò al mar con tan gran preſteza, y ligereza, que como azogue entre las manos ſe eſcapo de entre todos los que por vn lado, y otro le embiſtieron para hauerle alas ſuyas.
Ya ſe ve qual quedarian todos a viſta de vna reſolucion tan terrible, y no penſada. atrauieſaſe la nao, ſaltan en la barca con la maior prieſſa poſſible, ſiguen al Indio, que nadando como peje ſe daua prieſſa para ponerſe en ſaluo, pero antes de verſe en eſto, le alcança la barca, comiençanle a gritar, que ſe dè, el Indio reſiſte, tiranle vno, y otro bote de lança, pero el Indio, que eſtaua muy en ſi, advertido a todo, huye el cuerpo ſabullendo, y remaneciendo deſpues donde menos penſauan, diſparanle balas, alcançanle algunas, comiença a deſangrarſe, pero apelando ſiempre aſus ſabullidas, y ala buena prieſſa, que le daua abracear, no hauia remedio rendirſe por mas que le gritauan, ni lo hizrera jamas ſi la meſma naturaleza con la falta de tanta ſangre, que le tenia ya apunto de eſpirar no ſe huuiera rendido, y dadoſe por vencida; con eſto le cogieron, y lleuaron al nauio, ya muerto, o para morir, eſtimando en mas la muerte con nombre de valeroſo, que la vida con la infamia de cobarde, y para menos, que los ſuyos. No menos mueſtra lo referido el valor de eſta gente, que la antipatia, que tienen a ſalir a tierras eſtrañas, y tan opueſtas a ſu natural; y ſobre todo quan peſſado les es el yugo dela ſugecion, y quanto amen ſu libertad, por eſta han hecho lo que veremos deſpues en ſu lugar.
Digamos aora algo delas demas coſtumbres, de eſtos Indios: celebran los caſamientos aſu vſança muy al rebes del vſo delos Europeos, porque el dote no le trae la muger, ſino el marido, ni le goça depues el vno ni el otro, ni queda ninguno de ellos con accion arecobrarle por caſo de muerte, porque paſſa inſolidum alos padres dela nouia, por manera, que el nouio queda con cargo de ſuſtentarla, ſin hauerſe mexorado de hazienda, antes hauiendo dado dela ſuya al ſuegro, con que en eſte pais da poco cuydado alos padres el remedio de ſus hijas, antes les ſiruen de ganancia, y granjeria. Es comun en eſta gente el caſarſe con muchas mugeres, y la maior difficultad, que han tenido para abraçar lafee, es eſte vicio dela poligamia, y aunque tiene el cõtrapeſo de hauer de dotar ala muger, o por dezir mejor pagar a ſu padre, como ſi ſe la cõprara, ſin embargo a llana eſta difficultad el afecto dela ſenſualidad, y las honrra, que hazen de tener muchas mugeres, porque quanto mas ſon eſtas, tanto es mayor ſeñal deſer mas poderoſo el que las tiene; y aunque todas ſe eſtiman por legitimas, y lo meſmo los hijos, q̃ nacen de ellas; con todo eſſo la primera tiene en todo el primero lugar, y todas las demas eſtan a ſu diſpoſicion; hereda el primogenito el eſtado de Cacique, y eſtan aſu orden los demas; los baſallos obedecen aſu ſeñor con gran puntualedad, amor, y reſpeto, y por eſto no acoſtumbran carceles, ni caſtillos, en que ponerlos en priſſion, porque el natural amor, y reſpeto, q̃ le tienen, es la inuiolable ley, y amoroſo a premio, con q̃ le obedecen en todo lo que entienden que es guſto ſuyo.
Ni tiene neceſſidad vn cacique para hazer guerra de preuenir el ſueldo, y paga para el ſoldado, ſin la qual es tan comun en otras naciones no menearſe los hom-