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DEL REYNO DE CHILE.

mas valeroſos, y mas esforçados guerreros de aquel tan dilatado mundo; pluguieſſe a Dios no tuuieramos tanta experiencia de eſto, que eſtuuiera oy aquel Reyno delos mas floridos, y opulentos delas Indias, de que no es pequeña prueba el eſtado, en que oy ſe halla, ſin embargo del perpetuo, y continuo contraſte, que ha tenido de guerras deſde mas ha de ciena años que ſe començo pelear, ſin hauer dexado vn punto las armas de las manos, que es coſa, marauilloſa, y digna de ponderacion, que hauiendo el Eſpañol abaſallado tan en breue Imperios tan poderoſos, como fueron los de Montezuma en Mexico, y del Inga en el Perù, nunca aya podido a cabar de ſugetar eſtos valientes guerreros de Chile, hijos de aquella cordillera, que parece les pega lo crudo, incontraſtable del ſus inexpugnables rocas y aſperezas.

Sino es, que ya ſea la cauſa que apuntamo sarriba da Fray Gregorio de Leon, que atribuye eſte brio y Valentia ala fertilidad dela tierra, que como el dize, y es aſſi, [caſi no neceſsita nada de fuera, aq̃ añade el nacer y viuir eſta gente trayendo debaxo delos pies tanto oro como ſe cria en ella, y beber continuamente de las aguas, que paſſan por ſus minerales, participando de ſus buenas, y generoſas qualidades,] como los que viuen en la Villa de Potoſi, y ſe crian junto a aquel prodigioſo cerro dela plata, tienen vnos animos tan intrepidos, y leuantados; como ſe ha experimentado en las inquietudes, y reboluciones, q̃ alli ha hauido; y ſon tan generoſos, que he oido contar a algunos mercaderes de aquel lugar, que ſi acontece quebrar vno de ellos, o hallarſe con deudas, y con alcances de cuydado, en ſaliendo por la mañana de caſa, y viendo aquel cerro, parece que ſe les enfancha el coraçon, y ſe hazen ſuperiores a ſu fortuna, y cobran nueuos alientos de mexorarle.

Nazga eſta valentia y ſuperioridad de animo delos Chilenos, de eſtos principios, o de algun particular influxo del cielo, o conſtelaciones de eſtrellas, como dize el meſmo autor; lo que la experiencia ha moſtrado, y mueſtra es, que en la America ſon ellosl os ſin ſegundos como lo dizen todos los autores, que tratan algo de eſta materia, aunque todos hablan muy por maior, y al buelo, por no hauer haſta aora ninguno, que aya eſcrito de propoſito la hiſtoria de Chile, aora eſtan dos para ſalir, que haran verdad, y adelantaran quanto haſta aqui le ha oido apedaços de eſta gente, y harto dize D. Alonſo de Ercilla en ſu famoſa Araucana, que aunque por ſer en verſo ſe lee con menos ſatisfaccion dela verdad; pero no ay duda que abſtrayendo delos hiperboles, y encarecimientos proprios del arte poetica, todo lo hiſtorico es muy conforme ala verdad, y el autor, por ſer vn Cauallero de tanta ſuerte, y hauer viſto caſi todo lo que eſcriuio por ſus ojos, es digno de todo credito; que hauiendo eſcrito, no en los rincones, ni de oydas, en partes remotas, y diſtantes, ſino en el meſmo lugar, donde ſuccedio lo que cuenta, ſi ſe huuiera apartado dela verdad, tuuiera contra ſi tantos deſmentedores quantos eran los que la ſabian, por hauerſe hallado con el preſentes a todo.

De mas de que hauiendo dedicado la obra al catholico Rey ſu Señor, y preſentadoſela de ſu mano, quando voluio de Chile a Eſpaña, noſe huuiera atreuido a faltar ala verdad dela hiſtoria ſopena de exponerſe al caſtigo, y deſcredito de ſu perſona en lugar del premio, que por ella alcanço. Veaſe el prologo, en que en buen eſtilo, y proſa, dize harto del valor de eſtos Indios, y para mas ſeguro dela verdad, con que lo trata, concluye ſu prologo diziendo eſtas palabras [todo eſto he querido traer para prueba, y en abono del valor de eſtas gentes, digno de el maior loor, que yo le podre dar con mis verſos; y pues como dixe arriba, ay aora en Eſpaña cantidad de perſonas, que ſe hallaron en muchas coſas delas que aqui eſcriuo, remito a ellos la defenſa de mi obra en eſta parte] haſta aqui eſte autor digno dela immortal memoria, que le ha dado eſte ſu libro, el qual cõ hauer mas de cinquenta años que ſe dio ala eſtampa en Eſpaña, en Flandes, y otras partes, eſtan las librerias llenas de ellos, por el cuydado, que ay de reſtamparle para que
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