El canto de las sombras
A veces te recuerdo lejana y silenciosa, extática, mortal ; y pienso que tú has sido la errante nebulosa que se esfumó en la noche del eclipse lunar.
Entonces, como en este crepúsculo lluvioso, te espero, te vislumbro, te miro difundir. Y creo que ha pasado su espíritu lloroso rondando mi confín.
La esperanza
¡Oh si lloviera siempre como hoy llueve... Si nunca transformaran los cielos su enferma palidez, y fuera el agua música, y los senderos canto, y humedad el ciprés.
¡Oh! si jamás se fueran las sombras del espacio donde se espeja el alma de tu mirada astral, y tuviera el ocaso eternamente abierto su divino tendal.
Tal vez me hubiera sido como un beso la muerte; ya que en ese país s donde el aire es espuma y el viento miserere, te ha creado mi pena otra vida feliz...
Y pensando que en esas floraciones del éter, te acercas, me contemplas, suspiras y te vas... Como las miro siempre,
¡para no verlas más!...
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