30 JUAN JORGE GSCH WIND — LA OBRA Po”,
al general Estanislao López, sus relaciones con Rosas y su viaje a Buenos Aires.
Describe el episodio del fusilamiento de D. Domingo Cullen y las peripecias que tuvo que pasar la esposa de éste.
Se ocupa, luego, de la lucha entre la Confederación y la Pro- vincia de Buenos Aires y la incertidumbre que produjo esa lucha, especialmente después de la batalla de Pavón.
Las tropas dispersas de Urquiza, perseguidas por las del Ge- neral Mitre, formaban pequeños grupos que eran dirigidos por algunos oficiales de graduación inferior, muriendo muchos por falta de víveres. Pequeños destacamentos de estas tropas llegaron también a San Carlos, colonia agrícola europea.
Esos desgraciados fugitivos eran impedidos de ocupar el te- rritorio cultivado; pero se les asignaba un sitio fuera de los lími- tes y se les llevaban víveres y agua, tanto para ellos como para sus caballos.
Las tropas de Urquiza llegaron a Santa Fe en escuadras que se componían de 200 a 400 hombres, para luego atravesar el Pa- raná y regresar así a su provincia.
Dice la señora Beck Bernard, que salvo los miembros de la Municipalidad y algunos artesanos indispensables, Santa Fe no contenía en esas circunstancias, más que mujeres, ancianos y ni- ños. La milicia estaba en Rosario. Detalla los preparativos que se hacían para prevenirse de posibles ataques y del saqueo o pillaje. Luego llegaron las fuerzas militares del General Mitre, bien disciplinadas, equipadas y alimentadas, no permitiéndoseles ninguna clase de devastación, pillaje o desorden.
En noviembre de 1861 llegó a Santa Fe el General Mitre, quedando en dicha ciudad algún tiempo. Se le ofreció una fiesta.
En esa ocasión le fueron presentadas varias damas, entre ellas la señora Beck Bernard.
La autora se refiere luego a la personalidad de Mitre y
