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LITERARIA Y SOCIAL DE LINA BECK BERNARD 2 PORRA DARA RARA RADAR ADN ADA DADADPADAADOD ADAN ADAN AN ADADADADa nano

braban procesiones nocturnas y sermones de penitencia.

Las almas devotas en esos días estaban muy ataréadas. Casi todas las noches se sacaba a la calle la imagen de algún Santo y se la llevaba en procesión de una iglesia a otra,

La autora describe estas ceremonias religiosas y dice que el día de Pascua, muy temprano había fanfarras, tiros de fusil, bombas y cañonazos. La banda militar ejecutaba polkas y mazurcas. Por la noche, un baile ponía término a los festejos.

La banda de música militar actuaba en todas las procesiones y fiestas cívicas y religiosas. Lina Beck Bernard nos hace conocer interesantes detalles sobre la composición de esta banda, cuyo director generalmente era un alemán o un italiano.

Por último, la autora nos relata la escena del fusilamiento de un vaqueano (guía), que había asesinado en el trayecto a un comerciante extranjero.

Viene después un breve capítulo dedicado a «El incendio de praderas», en el que se describe la quemazón de los campos. De estos incendios, muy comunes en aquellas épocas, nos hablan Azara y De Moussy. También nos hace conocer las plantas que formaban los montes del Salado y las aves que los poblaban, todo presentado en estilo muy ameno.

«Recuerdos de Garibaldi» constituye otro relato atrayente del libro. Dice la señora Beck Bernard que Garibaldi dejó en la República Argentina recuerdos imborrables de su valor prodigioso y desinteresado, así como por la grandeza moral del prócer italiano, que rodea su nombre de prestigio.

Después de referirse brevemente a la obra de Garibaldi en Italia, dice que en Santa Fe se encontraban a menudo antiguos oficiales que sirvieron a las Órdenes de aquel.

En Santa Fe cuando se supo la entrada de Garibaldi en Nápoles, todos los navíos genoveses que se hallaban en el puerto, se empavesaron espontáneamente, y en ciertos momentos los más- tiles aparecían cubiertos con flores y guirnaldas. El cañón tronaba