esta última terminación forma lo que se llama una falsa articulación (lámina 36-c).
El cirujano tiene que colocar el hueso en buena posición, como en la luxación, y para esto el médico reduce la fractura, es decir; vuelve á colocar por tracción y presión los fragmentos óseos á su posición natural, haciéndose la tracción, extensión y contra-extensión por ayudantes y la coaptación la hace el cirujano, como en la luxación.
Si hay herida, la cura con todas las precauciones de asepsia ó antisepsia, y arregla de manera de poder renovarla, sin mover la fractura. Entonces éste inmoviliza los fragmentos óseos, teniendo cuidado de mantenerlos hasta la curación completa en su posición normal, en contacto los unos con los otros, y poniéndolos en un reposo absoluto. Este reposo absoluto se obtiene sosteniendo el miembro inmóvil, en el eje de su longitud por medio de tablillas ó férulas de madera, de lata, alambre tejido, cartón, etc., ó inmovilizando los músculos y las articulaciones adyacentes por medio de vendajes