trabajo que realizan, para proveer al crecimiento, reparar las pérdidas y dar combustible á la máquina; y así, en las grandes aglomeraciones se reglamenta [1].
Requiere siempre estricta puntualidad y cierta inteligencia para cumplir las prescripciones médicas; así el médico de cabecera eligirá la persona más sensata y estará muy agradecido con su ayuda eficaz y dará las órdenes exclusivamente á esa persona que cuida al enfermo; como también, será la única á quien escuchará las observaciones hechas y á quien dará las órdenes necesarias.
La administración de medicinas, ya sea en forma líquida ó sólida, á veces es muy difícil hacerlo, especialmente con niños mal criados y adultos caprichosos.
Antes de recurrir á la fuerza, debe tratar de conseguir por medios bondadosos y con firmeza, convencer al enfermo; medida que casi siempre dará para hacerse obedecer del enfermo.
Se puede obligar á los niños á abrir la boca, apretándoles la nariz; y si por experiencia, se ve que el enfermo esputa la medicina de nuevo, se le debe obligar después de tomarla á hablar ó contar.
- ↑ En tiempo de paz, el soldado francés recibe diariamente: 750 gramos de pan, 250 de farináceos para la sopa, 210 de carne, sin hueso, 100 de verdura fresca, 60 de legumbres secas, á más grasa y especies. Esto sirve de base para saber cuánto come un hombre sano, pudiéndose reemplazar unos alimentos por otros de la misma especie; porque unos alimentos forman los tejidos y otros ayudan las funciones (combustibles de la máquina).