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á diario; se resguarda el colchón, poniendo sobre la sábana una zalea impermeable; pero, lo más chico posible para no dañar al enfermo con el calor y falta de aire y renovarse á diario ó más á menudo; pues no dejando pasar el aire que debe rodear al enfermo, impide la evaporación de las secreciones.

Es indispensable, especialmente para enfermos graves, tener servicios chatos (chatas) y orinales que deben desinfectarse á fuego ó con soluciones químicas cada vez que se usan y debe saberse ponerles con habilidad para no molestar al enfermo.

Si el enfermo en cama tiene frío ó está tiritando ó debilitado se debe abrigarlo por medio de frazadas, colchas ó calentadores, y estos últimos deben ser calientes; pero, rodeados de franela, género, etc., como para no producir quemaduras ó erosiones. Estos medios no sirven cuando el chucho es producido por la fiebre; porque ese frío, es sólo un signo de gran calor interior.

El alcohol no alimenta (licores, coñac, vino, etc.), y tampoco da calor al cuerpo, como se cree generalmente; más bien, lo enfría y altera la sangre, paraliza los nervios, trae enfermedades al hígado, corazón y cerebro; por eso, debe evitarse darlo en los casos de enfriamiento; porque, sólo es un excitante que puede reemplazarse eficazmente por una bebida caliente; como ser: agua caliente, mate, café, té, leche, etc.

Si una persona tiene que estar en la cama por mucho tiempo, sea por enfermedades febriles (como fiebre tifoidea, etc.), ó debilitado por enfermedades que agotan por pérdidas continuas (supuración), ó si sus facultades están alteradas y está mucho tiempo en la misma posición en la cama y no lo asean ó mueven á menudo (dos ó tres veces al día), el cuerpo puede escoriarse fácilmente en las diversas partes donde se apoyan continuamente; gangrenándose la piel (escara) en lo puntos de apoyo; como ser: las asentaderas, espaldas, codos y talones.

En estos puntos, aparece al principio una mancha rojiza que duele (eritema) y pronto la piel se destruye en una extensión más ó menos grande, formándose una llaga (erosión, escoriación), la cual puede llegar profundamente (escara) hasta los hue-