El mejor método de respiración artificial es el de Laborde: que consiste en hacer tracciones rítmicas de la lengua.
Se ejecuta de la manera siguiente: se toma con una pinza ó con un pañuelo la punta de la lengua y se tracciona suavemente fuera de la boca hasta que llegue á tocar la barba ó sea maxilar inferior, y se retiene allí dos segundos, para luego volverla á la boca, donde descansa dos segundos más, para principiar de nuevo. Todo esto sin soltar la punta de la lengua. Esto tiene por objeto tirar la base de la lengua, levantar la epiglotis ó sea tapa de la laringe, y tirar sobre los músculos de esa región, excitando los nervios que presiden la respiración (lámina 110).
Desde el momento, que después de una ú otra de estas operaciones, los movimientos respiratorios espontáneos se presentan, deben cesar las maniobras y comienzan las tentativas para activar la circulación de la sangre; la energía del corazón y el calor animal. Para esto se envuelve el cuerpo con mantas secas y se friccionan enérgicamente los miembros, principalmente los superiores, por debajo de las mantas ó por encima de los vestidos calientes, que se pueden, en general, pedir prestados á las personas presentes.
Se transporta en seguida, el enfermo á una cama