El opio y la morfina son, por suerte, vicios poco extendidos en nuestro país, que embrutece á los que abusan de ellos, trayendo una degeneración completa.
Otro tanto sucede con el uso y abuso del alcohol, especialmente el de mala calidad y fuerte que hace el mismo efecto, aunque esté diluído con agua; que en forma de vino, cerveza, licores, aperitales, y aun bajo el rótulo de tónicos, hacen estragos en la humanidad, y especialmente en los organismos débiles de la niñez, que por falsas ideas se les dá, creyendo que los nutre y fortifican, cuando al contrario tiene cualidades nocivas que duran toda la vida y se transmiten á los hijos.
No sólo las sociedades de templanza, sino las científicas, en vista de la imposibilidad de suprimirla del todo, han intentado á lo menos, evitar que se fabriquen de mala calidad, que á veces se vende á bajo precio y otras, bajo rótulos pomposos y caros.
Algunas personas son excesivamente sensibles al alcohol, tan dañoso mezclado con agua, como solo, y basta una cucharada para que cause daños irreparables; por eso, es preferible beber siempre: agua ó leche.
El alcohol ó aguardiente (agua-ardiente) produce congestión, y después inflamación del estómago y canal digestivo; y por lo tanto, en vez de favorecer la digestión, la retarda; hay pérdida del apetito; produce dispepsia, vómitos matinales, dolores de estómago, puntada de costado y de la espalda, que pueden llegar á ser dolores atroces que traen un agotamiento, que puede llegar hasta la muerte.
También predispone á todas las enfermedades debilitantes: tisis pulmonar, del sistema nervioso, etc.; enfermedades del corazón y principalmente del hígado, que llega á degenerarse; como le sucede al riñón que filtra de la sangre este veneno continuamente; también los alcoholistas son predispuestos á enfermedades generales, como la gota, etc.
Los alcoholistas son los primeros en ser atacados en toda enfermedad contagiosa: cólera, tifoidea, disentería, viruela, etc., revistiendo en ellos una gravedad suma y presentando una serie de complicacio-