á la parte del cuerpo en que la operación se va á hacer ó donde se aplica la cura, debe limpiarse previamente, como se ha hecho con las manos; se la afeita, si tiene pelo y se la fricciona con el agua jabonosa y luego se la lava con éter ó alcohol para sacar las materias grasosas y en seguida lavar abundantemente, si es posible con un irrigador, con una solución desinfectante, como ser: una solución de bicloruro de mercurio al 1 por 1000 ó formol en la misma proporción (1 gramo en 1 litro de agua hervida). Esto mismo debe hacerse alrededor de toda herida, mientras se espera el médico que hará la primera curación.
Entonces comienza la operación, durante la cual, nada de lo que pudiera ejercer sobre la herida una acción infectante, puede ponerse en contacto con ella ó ser tocada por los que ayudan. Así, los llamados ayudantes limpios, sólo tocan lo desinfectado, mientras los otros alcanzan los objetos necesarios tomándolos con pinzas ó por la parte de afuera.
Cuando el cirujano tiene separado el tumor y contenida la hemorragia por compresión con pinzas que se sacan luego, ó por la ligadura de los vasos sanguíneos, que hace con hilos de catgut ó seda; lava de nuevo toda la herida, con el agua hervida sola ó con una substancia antiséptica. Cuando se teme que no cicatrizan por primera intención, pone en ciertos sitios pequeños tubos de cauchu para desagüe, destinados á conducir los líquidos que podrían detenerse en el fondo de la herida; y finalmente cierra ésta por medio de una sutura conveniente.
Viene entonces la curación; así toda la herida y las partes circunvecinas se envuelven en una capa espesa de una de esas substancias asépticas citadas más arriba (algodón ó gasa esterilizada), que no se cambia hasta que sean mojados por los líquidos ó hasta la cicatrización y fíjase el todo por medio de una venda de gasa esterilizada ó desinfectada. No habiendo los elementos indicados, se usarán trapos ó paños de hilo ó algodón bien limpios, hervidos ó pasados á la estufa.
Este apósito de cura, aséptica ó antiséptica,