tilidad de mi trabajo: dichas poesias han llegado hasta nosotros por medio de una serie de copias de copias que han adulterado el texto, aparecen en cada colección con variantes distintas y es, por tanto, imposible inducir de ellas teoria alguna. Consulté diferentes obras de gramáticos españoles y extrangeros y el resultado no fué más satisfactorio; verdad es que llegué á reunir algunos datos, pero estos eran puramente empíricos y á menudo contradictorios: si, por ejemplo, un autor decia que los eolios usaban la ε por la α [1], otro por el contrario afirmaba que empleaban la α por la ε[2].
Estaba ya por abandonar mi propósito, cuando se me ocurrió que en monumentos eólicos antiguos existirian quizás inscripciones; en cual caso, estas nos mostrarian las palabras tal como las grabara ó pintara desconscido artista algunos siglos antes de la Era cristiana. Investigaciones posteriores me dieron á conocer, no solo que tales
- ↑ "Los Eolios decian λεγόμεθεν, τυπτόμεθεν por λεγόμεθα, τυπτόμεθα y el latin pellex se formó de la pronunciación eólica de la palabra πάλλαξ. Bergnes de las Casas. Nueva Gramática griega § 502. 1º.
- ↑ Chassang en su "Tableau des dialectes" (Introd. al "Nouveau dictionnaire grec-français" pág. 104) pone la α como vocal correspondiente en eólico á la ε de la lengua común y cita las palabras τάμνω y τράπω usadas por