uso de esta misma letra, y nunca de la «v», que se halla empleada en otras gramáticas.
El idioma que enseñamos es el que se habla entre los ríos Cautín, Toltén y Maniyu; sólo en las transiciones hemos hecho mención de formas usadas en otras regiones, y las cuales, á nuestro juicio, deben ser conocidas de quienes aspiran á poseer, medianamente siquiera, la interesante lengua de nuestros aborígenes.
No hemos hecho estudios detenidos sobre los dialectos indígenas; pero por el contacto que hemos tenido con indios de distintas comarcas, algunas de ellas bastante lejanas entre sí, creemos poder afirmar que las diferencias de esos dialectos se reducen sólo á la diversa pronunciación de algunos sonidos consonantes, al cambio de ciertas letras y á alguna alteración en el significado de varias palabras y en la formación de las transiciones.
Nuestra Gramática va acompañada de un vocabulario español-araucano, que es el mismo de la Gramática de Febres, con pocas variantes en el texto castellano, pero con notables diferencias en el araucano; en otro vocabulario araucano-español, que ponemos á continuación, damos lugar preferente á los verbos simples más usados de la lengua araucana.
Finalmente, confesamos que hace apenas siete años que hemos venido de Baviera, y que durante este tiempo sólo hemos vivido entre la gente sencilla é ignorante de los campos ó en medio de los araucanos, razón por la cual no poseemos el castellano con la perfección que sería menester para la elaboración de una obra gramatical; pero gracias á la eficaz cooperación del Sr. Pbo, Dn. Francisco J. Cavada, que benévolamente se encargó de ayudarnos en la redacción del texto castellano, hemos podido dar cima á nuestra penosa tarea. El lector juzgará si hemos llenado siquiera en parte nuestro objeto.
Es fácil prever que el idioma indígena apenas se hablará en Chile de aquí á unos cien años; la interesante y heroica raza araucana está ya por desaparecer. Comerciantes y colonos sin conciencia, á semejanza de los primitivos conquista-