Parécenos que, para alcanzar fines más prácticos, convendría adaptar mejor la instrucción de la clase proletaria al papel subalterno que está condenada á desempeñar en todas partes.
En lugar del pulimento que se reserva para las posiciones seguras ó brillantes, prefiéranse los rudimentos que preparen para la lucha de las que tienen que ganar el pan de cada día.
Una mujer hacendosa y económica, vale más para la generalidad de los maridos, que la que borda almohadones en su estrado ó escribe las más lindas poesías.
Y vosotras, amables argentinas, no os afanéis en pedir á peregrinos inventos ó lujosas extravagancias, los encantos que la naturaleza os prodigó.
Los hombres de las más distantes naciones del globo, han acudido á vuestras plantas á tributaros su ardiente admiración, y son innúmeros los que han quedado para siempre aprisionados en dulces cadenas.