Página:Gesta - Alberto Ghiraldo.pdf/8

Esta página ha sido validada
10
ALBERTO GHIRALDO

Al hablar en tercera persona Julio daba mayor fuerza de expresión á su relato y su rostro, de líneas pronunciadas, adquiría un relieve tal que llegaba á dar la nota exclusiva de la verdad.

Despues de una pausa y sin que yo lo interrumpiera, posesionado por completo, continuó asi:

El ambiente de la habitación donde expiraba era glacial. Quise incorporarme en el lecho y mi madre se acercó rápidamente.

¡Ay! qué frio.... exclamé, sintiendo una emoción que me corrió por toda la espalda, hasta la nuca, golpeándome en la cabeza. Ella me abrigó y me dió un beso en la frente. Sus lábios debieron helarse.....

En seguida salió apresurada. Yo la miré irse como si ya no fuera á volver nunca. Mi hermano la siguió hasta el comedor vecino y allí hablaron en voz baja,—muy baja—como para que yo no pudiera oirles.

Entre tanto la vieja abuela lloraba en el rincon. Sus lágrimas no tenían fin.

Como obedeciendo á un mismo im-