Página:Gesta - Alberto Ghiraldo.pdf/168

Esta página ha sido validada
170
ALBERTO GHIRALDO

ma. tal vez, de aquellos pobres pulmones, que no han podido resistir al peso de tantos vestidos de novias ricas!

¿Verdad que hemos sorprendido en la tarea á un cadáver? ¡Ay! alegre desposada ¡cómo rabiarás mañana cuando sepas que tu traje albo ha sido manchado por el hilo de sangre donde el patólogo encontrará las huellas del bacilus de Koch!

¿No es cierto que al recibir la noticia lágrimas de impaciencia quemarán tus frescas mejillas, que tus nervios sufrirán extremecimientos de ira; que maltratarás á tu camarera; que te agitarás como una víbora y maldecirás á la tísica, que en el supremo momento no tuvo la precaución de inclinar la cabeza hacia otro lado, para que el hilo de sangre no se perdiera, en espirales trágicas, entre las blondas de encaje y las espumillas de seda?